Explora unam global tv
Explora unam global tv
explorar
Explora por categoría
regresar

Vacuna “Mosaico” ya se prueba en México: esperanza contra VIH

“Una golondrina no hace primavera”, dice el doctor Roberto Vázquez Campuzano, académico de la UNAM, sobre la reciente cura con células madre de una mujer infectada con el virus de inmunodeficiencia humana.

Reconoce, sin embargo, que el uso de células del cordón umbilical para tratar diversas enfermedades es un enorme avance para la salud pública.

Aunque ha permitido tratar a personas con VIH, es necesario seguir investigando. Desafortunadamente, este tipo de tratamiento no puede utilizarse en la población general y se encuentra limitado principalmente a pacientes con algún tipo de cáncer.

Para la curación del sida se han utilizado múltiples estrategias. Desde calentar la sangre de los pacientes para eliminar el virus hasta el uso de células madre de cordón umbilical.

Desafortunadamente, agrega el profesor de la Facultad de Medicina, el VIH integra su material genético al de nuestras células, haciendo imposible erradicarlo, hasta ahora.

Las células madre son pluripotenciales y dan origen a muchas células, pero si éstas ya contienen el VIH, seguirán infectadas durante toda su vida y se irán eliminando paulatinamente.

Preventiva, no curativa

La otra estrategia —señala el doctor Vázquez Campuzano, del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE)— es el uso de anticuerpos monoclonales, que también están funcionando no sólo para VIH sino también para otras enfermedades.

El Gobierno de Estados Unidos recién anunció un proyecto de 65 millones de dólares para el desarrollo de nuevas vacunas que podrán utilizarse en el caso del surgimiento de nuevas pandemias.

En México y en ocho países más se prueba la vacuna Mosaico contra el virus de inmunodeficiencia humana, que el doctor Vázquez Campuzano espera que pueda ayudar a evitar el sida en un futuro no muy lejano.

La vacuna Mosaico, ya en fase 3, se prueba en tres ciudades de nuestro país: en la Ciudad de México, en Mérida, Yucatán, y en Guadalajara, Jalisco. En este proyecto participan “una buena cantidad de voluntarios” que ayudarán a probar su eficacia.

Las vacunas requieren pasar por diversas etapas antes de su autorización y aplicación. Primero, por fases preclínicas que se realizan generalmente en mamíferos pequeños, para asegurar que sea razonablemente segura. Posteriormente se realizan los estudios clínicos, que se llevan a cabo en cuatro fases. En la fase 1 se aplican a algunos individuos, alrededor de 100, para asegurar que no se producen efectos adversos peligrosos en humanos. En la fase 2 se comprueba la efectividad de la vacuna, por lo que se escala a varias centenas de voluntarios (200 a 500). En la fase 3 se evalúa la dosis y la eficacia, probándola ya con miles de personas, generalmente en estudios multicéntricos. La fase 4 se realiza una vez que ha sido aprobada la vacuna y permite determinar su funcionamiento real.

El doctor Vázquez Campuzano tiene mucha confianza en que la vacuna Mosaico llegue a funcionar “bastante bien”. En tres o cuatro años se verán sus resultados.

Esta vacuna, que comenzó a desarrollarse a fines de 2019, es una mezcla de proteínas o diferentes antígenos virales de la envoltura del virus, los cuales se utilizan para inducir la respuesta inmune. En teoría —dice Vázquez Campuzano—, permitiría al sistema inmune reconocer a la mayoría de los VIH que tuviera en circulación una persona.

La Mosaico es una vacuna preventiva, no curativa. Y se aplicaría a la población que tiene o pudiera tener alguna situación de riesgo de infección por el VIH.

Como el VIH se transmite por vía sexual, prácticamente todos tendríamos riesgo de infectarnos. La vacuna se aplicaría primero a parejas de personas seropositivas o que se dedican a alguna actividad que implique una potencial transmisión del virus. Después, al resto de las personas.

La última vez que una vacuna contra el VIH logró llegar a fase 3 fue en 2009, cuando el ensayo RV144 mostró algunos resultados prometedores. Ahora, después de casi 13 años, con la vacuna Mosaico se tiene “una buena candidata y esperamos que funcione muy bien”.