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UNAM forja arquitectos comprometidos con el bienestar social

Hace 13 años, la Facultad de Arquitectura de la UNAM implementó un innovador seminario de titulación experimental. Este programa se enfoca en la creación de proyectos sociales en áreas como salud, educación, producción e identidad. Su objetivo principal es desarrollar proyectos reales en comunidades donde los estudiantes se involucran en investigación, gestión, diseño y construcción de obras

Un seminario con historia y reconocimientos

Álvaro Lara, profesor de dicha facultad, coordina este seminario. Durante su etapa como estudiante, Lara formó parte del taller y tuvo la oportunidad de participar en un proyecto social. Más adelante, al culminar su carrera, se incorporó a la UNAM y asumió la titularidad del seminario.

El taller ha cosechado éxitos notables: representó a México en la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2016 y obtuvo el primer lugar en la Bienal Internacional de Arquitectura de Costa Rica, con un prototipo de vivienda regional en la categoría de vivienda social. Además, fue galardonado con la medalla Gustavo Baz Prada en la categoría de servicio social en ocho ocasiones consecutivas, y recibió un reconocimiento del Gobierno de la Ciudad de México por un proyecto desarrollado a raíz del sismo de 2017. Por su parte, Álvaro Lara fue nominado y distinguido como mejor profesor en la Bienal de Iberoamérica.

Lara consolidó, además, un equipo de varios profesores (Gloria Medina Serna, Matias Martínez Martínez, Omar Gómez Carvajal, Fabián Bernal Orozco y Gabriel Romero Barrientos) que brindó al taller la oportunidad de trabajar en varios proyectos al mismo tiempo.

¿Cómo funciona el taller? 

Actualmente, el seminario acoge a alumnos mexicanos y extranjeros, quienes llegan a través de intercambio. Cada año se incorporan entre 40 y 50 alumnos para ir a una comunidad, vivir dos o tres meses allí y construir un proyecto que beneficie a la zona.

Luego regresan a la Ciudad de México para realizar la documentación en la UNAM, ya sea para titularse o para llevar a cabo el servicio social o prácticas profesionales.

Sin embargo, para que los alumnos tengan tiempo para involucrarse, los proyectos se desarrollan durante todo el año; algunos son de espacio público y otros están relacionados con los oficios de las comunidades.

“El país tiene tanta diversidad en cuestiones de tipos de materiales y climas que los jóvenes del taller tienen un laboratorio; limitarse a estar en el aula es avanzar muy poco”, compartió Álvaro Lara.

Muchas historias que contar 

En una ocasión, el arquitecto universitario —junto con un grupo de estudiantes de la UNAM— tenía que entregar un aula para una comunidad en Pinotepa Nacional, Oaxaca. Aunque habían trabajado con mucho esfuerzo para que estuviera lista, la fecha de entrega se acercaba y aún les faltaba nivelar el suelo de la zona externa.

Cuando los padres de familia se enteraron, ofrecieron que sus hijos ayudaran con la tarea. Así, los niños llegaron con palas y botes, y en tan solo un fin de semana terminaron la tarea.

El taller ha realizado más de 50 proyectos durante 13 años. Además, ha acudido a varias colonias de la Ciudad de México y a 15 estados de la república. Por ejemplo, construyeron una vivienda para los migrantes en Tapachula, Chiapas, en la frontera con Guatemala.

En la ciudad de Guanajuato, llevaron a cabo un proyecto de espacio público para rescatar los pozos de agua y revalorizar el líquido.

En el estado de Oaxaca, edificaron una guardería para cuidar a los niños triquis mientras sus padres se iban a trabajar.

Posteriormente, Lara gestionó algunos proyectos. En 2011, en un pueblo que producía mucha fruta y no tenía mercado para venderla toda, los jóvenes del taller propusieron que comercializaran mermelada y fruta seca; con el fin de proveer la infraestructura necesaria para concretar esta idea, construyeron una fábrica de mermelada, la cual sigue en funcionamiento hasta el día de hoy.

Experiencias y aprendizajes de los estudiantes

Grisel Feerman, egresada de la Facultad de Arquitectura, se titulará mediante la construcción de una biblioteca con la posibilidad de ser un aula dinámica en Comitán, Chiapas.

Ella trabaja en este proyecto desde 2020, en el seminario de titulación de Álvaro Lara. Sin embargo, la pandemia retrasó los planes, y no fue sino hasta octubre de 2022 que pudo emprender la construcción. “Ha sido una experiencia sumamente enriquecedora y es un complemento para mi formación”.

Otro integrante del seminario es Henri Hovette, estudiante de intercambio de la Universidad de París, Francia, quien se encuentra en octavo semestre. Él llegó a México porque en su país escuchó de este taller de la UNAM y quería aprender de forma práctica, algo que no tienen en su escuela.

“Para mí, la UNAM es una experiencia muy particular; la arquitectura que se aprende en este país es buenísima y muy diferente de lo que tenemos en París”.

En Comitán, Chiapas, Henri aprendió sobre arquitectura social, una perspectiva que difícilmente hubiera obtenido en su universidad, donde se enfatiza la teoría.

En dos meses, aprendió a trabajar en equipo con todos sus compañeros y, además, pudo practicar con sus propias manos.

Grisel y Henri son solo dos de muchos estudiantes (tanto mexicanos como extranjeros) que actualmente participan en el seminario, el cual también cuenta con talleres de capacitación.

Con este seminario, la UNAM busca crear un vínculo entre los estudiantes y la sociedad. Así, los jóvenes tienen un complemento para su titulación y, al mismo tiempo, salen con un sentido social fortalecido. Además, se enriquece el potencial de la arquitectura del país.

Durante el proceso de construcción y diseño, participan todos los estudiantes del seminario, y ellos tienen la oportunidad de gestionar y dirigir los proyectos.

Los recursos son obtenidos a través de organizaciones no gubernamentales (ONG) o donaciones de empresas. Lo más importante es que se utilizan materiales locales.

Viviendas en Coahuila, aulas en San Cristóbal de las Casas y, también en Chiapas, en Comitán, una biblioteca son algunos de los proyectos en los que trabajan actualmente los estudiantes. Además, se planea desarrollar talleres de verano e invierno junto a universidades nacionales y extranjeras.

El seminario de titulación experimental de la UNAM ha demostrado ser una iniciativa valiosa y transformadora tanto para los estudiantes como para las comunidades en las que intervienen. A través de esta experiencia, los futuros arquitectos adquieren una sólida formación técnica y práctica, y desarrollan un compromiso con el bienestar social y el desarrollo sostenible.

La formación de profesionales con habilidades y conocimientos adecuados, así como una visión ética y social, es esencial para enfrentar los desafíos que presenta la arquitectura en el siglo XXI. La experiencia del seminario de titulación experimental de la UNAM es un ejemplo inspirador de cómo la educación puede contribuir al logro de estos objetivos, formando arquitectos capaces de generar un impacto positivo en la sociedad y el entorno.

El éxito del taller y la trayectoria de sus estudiantes son un reflejo del compromiso de la UNAM y de sus profesores con la formación de profesionales íntegros y capaces de generar soluciones innovadoras y sostenibles para las comunidades en las que se desarrollan los proyectos. Este enfoque educativo es un modelo a seguir para otras instituciones y programas de formación en arquitectura y diseño en todo el mundo.

Información destacada

  1. La Facultad de Arquitectura de la UNAM lleva 13 años realizando un seminario de titulación experimental, centrado en la creación de proyectos sociales en comunidades locales.
  2. Álvaro Lara, profesor de la UNAM, coordina este seminario y ha consolidado un equipo de profesores que permite trabajar en múltiples proyectos simultáneamente.
  3. El seminario ha obtenido reconocimientos internacionales, como representar a México en la Bienal de Arquitectura en Venecia y obtener el primer lugar en la Bienal Internacional de Arquitectura de Costa Rica.
  4. El taller ha llevado a cabo más de 50 proyectos en 13 años, impactando a comunidades en la Ciudad de México y en 15 estados de la república.
  5. Los alumnos del seminario, tanto mexicanos como extranjeros, adquieren experiencia práctica al vivir en las comunidades donde se desarrollan los proyectos y participar en su construcción.
  6. Algunos proyectos exitosos incluyen una fábrica de mermelada en un pueblo productor de fruta, una guardería para niños triquis en Oaxaca y una vivienda para migrantes en Tapachula, Chiapas.
  7. Los estudiantes participantes en el seminario destacan el valor de la experiencia práctica y la perspectiva de arquitectura social adquirida durante su participación.
  8. La UNAM busca crear un vínculo entre los estudiantes y la sociedad con este seminario, enriqueciendo la formación de los jóvenes arquitectos y fortaleciendo su sentido social.