Con la finalidad de prevenir hongos e infecciones postoperatorias la UNAM, a través del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN), desarrolla una tecnología inteligente única en México y el mundo.
Se trata de polímeros inteligentes (macromoléculas formadas por la unión de enlaces covalentes), que a través de radiación ionizante son esterilizados y cargados con algún medicamento para liberarse en el cuerpo humano y así eliminar las bacterias como la Escherichia coli, estafilococos aureus, entre otros.
En entrevista para UNAM Global, Emilio Bucio Carrillo, líder del proyecto, explicó que cuando estos dispositivos médicos (por ejemplo un catéter) se encuentran en el cuerpo humano, en algún momento sufren formación de bacterias y deben reemplazarse. En cambio, un material irradiado y modificado con los polímeros inteligentes erradican todas las bacterias, y con ello, las posibles infecciones.
Pueden usarse en un paciente que acaba de salir de una operación, y por ejemplo, a través del catéter liberar cada determinado tiempo fármacos como la vancomicina, diclofenaco, ibuprofeno, ácido salicílico entre otros.
Hasta el momento se ha logrado cargar medicamentos como el diclofenaco, ibuprofeno, cloruro de benzalconio y vancomicina, que son antimicrobianos e inhiben bacterias como la Escherichia coli y los estafilococos aureus. Con esto, lograremos prevenir la formación de hongos e infecciones postoperatorias. Los estudios antes mencionados se han realizado en catéteres, hilos de sutura, gasas de algodón y láminas poliméricas
Aunque el producto no se ha probado en humanos, se espera que después de los estudios necesarios se apliquen en 10 años.
Características
Los polímeros se dividen en tres tipos: naturales, semi-sintéticos y sintéticos. Los primeros son aquellos que forman parte de seres vivos, plantas y animales. Por ejemplo, la seda, proteínas, el ADN, etcétera.
Los segundos son elaborados a partir de un polímero natural como el caucho vulcanizado y el rayón. Y los sintéticos son los creados en un laboratorio por medio de la polimerización de monómeros específicos, como el polietileno obtenido de la polimerización del etileno.
Por último, están los polímeros inteligentes que son sensibles a estímulos externos. Son aquellos que presentan un cambio abrupto en sus propiedades como respuesta a pequeñas variaciones físicas o químicas del medio, tales como temperatura, fuerza iónica, pH e incluso luz, dando la alternancia entre los estados hidrofílico e hidrofóbico.
El trabajo desarrollado en el Laboratorio de Macromoléculas, ha generado una patente otorgada en España (31 de marzo de 2015). En México, se encuentra en trámite dicha patente, la cual consistió en la modificación de catéteres de poliuretano con dos polímeros inteligentes, uno de ellos poli(ácido acrílico) que responde a pH y otro polímero llamado poli(N-isopropilacrilamida) que responde a la temperatura, lo cual generó un dispositivo médico que cargó exitosamente la vancomicina y la liberó de manera sostenida durante aproximadamente 10 horas.
Esta investigación se realiza en colaboración con la doctora Guillermina Burillo Amezcua, adscrita al ICN, y los doctores Carmen Álvarez-Lorenzo y Ángel Concheiro, investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela, España, además de la participación de más de 20 alumnos de licenciatura y posgrado.