Actualmente, Mayra Furlan Magaril y su equipo de investigación del Instituto de Fisiología Celular, desarrolla un método para detectar de forma temprana el cáncer. Con este descubrimiento, se diagnosticaría esta enfermedad mucho antes de desarrollarse y así controlarla de forma significativa.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, esta enfermedad es una de las primeras causas de muerte a nivel mundial, tan sólo en 2015 se le atribuyeron 8.8 millones de decesos, y de éstos, 70 por ciento se produjeron en África, Asia, América Central y Sudamérica.
En México, se dan 80 mil casos al año y es la tercera causa de muerte, 12 por ciento en total. Además, su costo mundial asciende a 1.2 billones de dólares al año, y se prevé que los casos anuales aumentarán de 14 millones a 22 en las próximas décadas.
El cáncer comienza con la transformación de una sola célula y puede tener su origen en agentes externos, además de factores genéticos heredados. Regularmente, su detección se da en fases avanzadas y la falta de diagnóstico es un problema frecuente, de ahí la importancia de la investigación del Instituto de Fisiología Celular.
Furlan Magaril, en entrevista para UNAM Global, mencionó que en este padecimiento existe inestabilidad genómica, y esto genera que existan re-arreglos entre secuencias de ADN, es decir, grandes permutaciones de material genético que se ha intercambiado (translocado) o invertido. Muchas de estas anomalías cromosómicas se transmiten cuando las células se dividen y producen la enfermedad.
Por ello, la investigadora y su equipo trabajan en el proyecto Implementación de técnicas de Captura Conformacional de Cromosomas como herramienta de diagnóstico para la detección de translocaciones genómicas como una alternativa para detectar de forma fina, y en alta resolución, este tipo de re-arreglos.
“Resulta una opción muy interesante de explorar para llevar a cabo el diagnóstico temprano de re-arreglos cromosómicos en pacientes con cáncer”, explicó la académica universitaria.
Una de las grandes ventajas de esta estrategia, agregó la investigadora, es que el método es muy sensible y de alta resolución, y aunque se tengan pocas células, la alteración cromosómica puede detectarse de forma más eficiente y detallada que con los métodos tradicionales.
De esta manera, sería una alternativa a metodologías que actualmente ya se implementan en hospitales en pacientes que presentan síntomas de transformación celular. Se trata de una estrategia que funcionaría en cualquier tipo de cáncer, y podría contribuir en determinar un diagnóstico y tratamiento óptimos y a tiempo.
En muchos casos y dependiendo del tipo de cáncer, la detección temprana de la enfermedad determina el pronóstico del paciente, y cuando se identifica la enfermedad en un estadio intermedio o avanzado, existen pocas alternativas de tratamiento. Mientras más temprana sea la detección y diagnóstico de la enfermedad, existen más posibilidades de plantear tratamientos y prolongar la vida del paciente.
Actualmente, los científicos del Instituto de Fisiología Celular experimentan con células de cultivo, y en una segunda fase, aproximadamente en dos años, trabajarán con células tumorales de pacientes.
Por esta investigación, la Fundación Miguel Alemán otorgó a la Máxima Casa de Estudios el Premio Miguel Alemán Valdés en la categoría Estímulos a la Investigación Médica.