Es muy fácil aplastar a quien no tiene identidad, a quien no tiene dignidad, sin embargo, cuando lo miras a los ojos, le das un reconocimiento que transforma una realidad. Carne y Arena da la posibilidad de entender que todos estamos hechos de carbón, de oxígeno, de calor, de agua; que todos tenemos la misma carne, la misma sangre, declaró Alejandro González Iñárritu durante el acto inaugural de esta obra de realidad virtual, en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
De acuerdo con el cineasta, la imposibilidad de los seres humanos de amar al prójimo proviene de la incapacidad de entendernos. Carne y Arena (virtualmente presente, físicamente invisible) tiene como propósito entrar al subconsciente del inmigrante y ponerse en sus zapatos; vivir un fragmento de sus experiencias: “el entender es la otra palabra de amar. Si no eres capaz de entender, no puedes amar”.
Concebido como el intento de tratar un tema de crisis humana a nivel mundial, la instalación de este proyecto en México coincidió con la eliminación del programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (Daca) anunciado hace unos días por el gobierno de Estados Unidos.
Para Iñárritu, la necesidad de emigrar a otro país no es de unos cuantos: “Yo me considero un inmigrante. He estado fuera de mi país más de 16 años. En Los Ángeles es difícil mantenerte ajeno a la realidad de esos cinco millones de personas alrededor en una condición de anonimato”.
Carne y Arena también es un homenaje a los inmigrantes europeos, quienes comparten las mismas razones de huida: “Sus océanos son nuestros desiertos; la gente allá se diluye en el agua, aquí, en las arenas.”, refirió el tres veces ganador de un Oscar.
Durante seis minutos y medio de exposición, el espectador de esta realidad virtual vive el drama de un grupo de inmigrantes mexicanos y centroamericanos en su intento por cruzar la frontera. “Estoy caminando adentro de tu mente”, detalló Iñárritu. Lo interesante de este medio es que, debido a la identidad y el estado emocional del espectador, no importa cuántas veces lleve a cabo el ejercicio, nunca lo va a hacer igual. “Va a hacer parte de esos inmigrantes; no se puede esconder”.
Pensado desde hace cinco años, Carne y Arena es un proyecto sin precedentes que llegó a buen puerto. La respuesta de los críticos y periodistas internacionales fue calificada por Iñárritu como positiva.