Alguna vez, todos hemos tenido sueños recurrentes, esas historias que se repiten de manera incesante durante meses, y nos hacen pensar que tal vez nuestro cerebro quiere decirnos algo. Es por esto que la ciencia los ha estudiado durante años pero, ¿qué nos dice al respecto?
De acuerdo con Rosa María Campos Morales, psicóloga adscrita al Laboratorio de Trastornos del Dormir de la Facultad de Psicología, el origen de los sueños recurrentes no es muy claro pero existen tres teorías: originados por el sistema nervioso central, aquellos que son psicológicos e incluso los que podrían ser genéticos.
Así, estas ensoñaciones son representadas de diversas formas conforme vamos madurando, y en ocasiones, nos muestran lo que enfrentamos en nuestra vida, apuntó la especialista.
Los originados en el sistema nervioso central se dan debido a las estructuras cerebrales que se activan cuando se tienen ensoñaciones, que es cuando tenemos los movimientos oculares rápidos.
Se dan en el sistema visual, en la zona occipital del cerebro, con la formación reticular ascendente (una estructura encargada de regular los diferentes niveles de conciencia o de estados de alerta); también, es importante saber que la generación de los sueños está en el tallo cerebral, en el tálamo y la vía sensorial auditiva.
Asimismo, se sabe que en los movimientos oculares rápidos se reproducen otra serie de neurotransmisores relacionados estrictamente con la consolidación de la memoria. En consecuencia, tendremos este tipo de sueños seguramente con alguna historia que nos hace recordar algunos eventos.
Aquellos de origen psicológico suelen tener un impacto en la persona, y se dan debido a un estrés postraumático, por ejemplo, algún intento de asalto, violación o hasta el sismo que acabamos de vivir recientemente en la Ciudad de México.
Cuando no entendemos claramente qué pasó con dicho evento, y cómo lo podemos resolver, tenemos una memoria que nos lo recuerda constantemente para tratar de concebirlo a través de estos sueños.
Si estos sueños se repiten constantemente pero no causan mayor problema, la persona puede seguir adelante con su vida, pero si le causa un estrés postraumático requerirá atención que le ayude a entender el significado y así abandonar el impacto tan fuerte. Lo ideal sería recurrir con un especialista del sueño enfocado en la psicología.
Otra teoría es que son de origen genético aunque no se ha comprobado, sin embargo, se han detectado familias en donde varios de sus integrantes experimentan la misma situación.
Campos Morales apuntó que a veces los sueños no tienen una secuenciación, una estructura, no tienen principio ni fin, pies o cabeza. A pesar de tantos estudios, la ciencia no ha logrado esclarecer el origen del por qué se generan, concluyó la psicóloga.