Pareciera un relato tradicional: abandonar el hogar por circunstancias hostiles —hambre, violencia, inseguridad, pobreza— para superar múltiples desafíos. No obstante, es la realidad que millones de seres humanos enfrentan diariamente en el mundo, afirmó Sandra Lorenzano, de la Unidad de Investigación sobre Representaciones Culturales y Sociales de la UNAM.
La también poeta y ensayista interrogó: ¿quién carece de sueños?, ¿quién no aspira a vivir con serenidad, contar con un empleo que le permita subsistir, o educar y criar a sus hijos en un entorno pacífico?, ¿acaso no son anhelos aparentemente fáciles de cumplir?
No obstante, para millones de personas en el orbe, lo anterior resulta inaccesible. “Lo que parece tan elemental, como disponer de alimento suficiente e irse a dormir cada noche sin hambre, puede constituir un sueño”.
Migrante y mujer
En México, a lo largo del 2021, se registró diariamente la desaparición de catorce niñas, niños o adolescentes, lo que suma cinco mil ciento diez casos. Durante el 2022 y lo transcurrido del 2023, las cifras han mantenido una gran similitud, explicó Lorenzano en una conferencia impartida en el Universum Museo de las Ciencias.
Cuando los migrantes emprenden su travesía, pocos están al tanto de los riesgos que deberán sortear. A lo largo de la frontera sur y la frontera norte de México se extienden cerca de tres mil kilómetros (la distancia entre Tijuana, Baja California, y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, es de 2976 km en línea recta). Todos portan consigo un bagaje mínimo y un coraje inquebrantable.
Se calcula que cuatro de cada diez migrantes centroamericanos que atraviesan México desaparecen en su ruta hacia Estados Unidos.
En años recientes, se ha observado una feminización de las migraciones, incrementando los riesgos asociados. Al respecto, la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU identifica tres motivos principales por los que las mujeres emigran: económicos, sociales y delictivos.
Dentro de las causas económicas se halla la búsqueda de un nivel de vida superior; las sociales abarcan la discriminación, la violencia y hasta la reunificación familiar (algunos residen en Estados Unidos); las razones delictivas las impulsan a escapar de la inseguridad y del crimen organizado.
La movilidad es un derecho humano reconocido; sin embargo, para las mujeres ejercerlo conlleva enfrentarse a la violencia sexual, a la trata de personas, a la discriminación y a los secuestros.
“Son riesgos, pero tenemos sueños y, tras los sueños, debemos arriesgarnos… No sé si pueda treparme al tren, la verdad, pero no hay dinero para viajar en combi… Tengo miedo de soltar a un niño y perderlo, sería la experiencia más horrible”, leyó Sandra Lorenzano sobre la experiencia de Daisy, una migrante hondureña que intenta llegar a Estados Unidos.
Las adolescentes son las más propensas a ser víctimas de desaparición. Según la Red por los Derechos de la Infancia en México, dos de cada tres desapariciones de personas entre cero y 17 años son mujeres.
Hasta el siglo XX, se consideraba a la migración femenina como un apéndice de la masculina, como acompañantes de los hombres migrantes o por razones de reunificación familiar. Sin embargo, esta movilización es cada vez más autónoma e independiente.
Hace 50 años, la mujer representaba solo el 2% de todas las migraciones a nivel mundial. Hoy, constituye el 29% del total. En América Latina, esta cifra aumentó hasta el 50.1%, es decir, las mujeres migran más que los hombres.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, la actividad de los “polleros” es la empresa criminal que más rápidamente crece en el mundo, generando unos 150 mil millones de dólares anuales. “No hay duda: las mujeres son el sector más vulnerable en el flujo migratorio“, añadió Lorenzano.
Los niños
Desde enero de 2021, cuando Biden asumió su cargo, hasta agosto de este año, unos 50 mil niños y niñas migrantes no acompañados han cruzado a Estados Unidos en busca de seguridad.
Sin embargo, horas después de buscar protección, el gobierno de Estados Unidos devuelve a todos los niños y niñas mexicanos no acompañados, en muchos casos sin considerar los peligros a los que se enfrentan en su retorno.
De manera similar, las autoridades mexicanas deportan a la gran mayoría de los niños y niñas centroamericanos a su país de origen, a pesar de que tengan familiares en Estados Unidos.
Es importante mencionar que el 20% de los niños que intentan reunirse con sus familiares en Estados Unidos proceden de México.
Ideas destacadas
- La migración es un fenómeno global que representa una dura realidad para millones, con personas obligadas a abandonar sus hogares por situaciones de hambre, violencia, inseguridad y pobreza, enfrentando múltiples desafíos en su búsqueda de una vida mejor.
- A pesar de los riesgos inherentes a la migración, como la violencia sexual y la trata de personas, las mujeres migrantes persiguen sus sueños de una vida pacífica y estable, a menudo arriesgándose a viajes peligrosos por falta de recursos económicos.
- La desaparición de niñas, niños y adolescentes en México ha mantenido cifras alarmantes durante los últimos años, con una incidencia diaria que pone de manifiesto la gravedad de la situación para los menores en el contexto migratorio.
- La feminización de la migración ha llevado a un aumento de los riesgos para las mujeres, quienes migran por motivos económicos, sociales y para escapar de la violencia y la inseguridad, representando un cambio hacia una mayor autonomía e independencia en su movilidad.
- Históricamente considerada secundaria a la migración masculina, la migración femenina ha evolucionado hasta representar una proporción significativa del total mundial, con un notable incremento en América Latina donde las mujeres migran más que los hombres.
- Las redes de tráfico de personas, específicamente las operaciones de “polleros”, constituyen una de las empresas criminales de más rápido crecimiento a nivel mundial, con las mujeres siendo especialmente vulnerables dentro de este contexto ilegal.
- La política de devolución de niños y niñas migrantes no acompañados por parte de los gobiernos de Estados Unidos y México representa un grave riesgo para la seguridad de los menores, muchos de los cuales buscan reunirse con familiares ya presentes en territorio estadounidense.