“Año nuevo, vida nueva. Vamos todos a gozar y a olvidar al que se ha ido y mandarlo a volar”, dice el comediante mexicano Germán Valdés “Tin Tan” en la película El vagabundo. Esta frase podría sintetizar la percepción que muchos tenemos al inicio de un nuevo año: un tiempo de renovación, de desprendimiento, deseando tener mejor suerte o conservar la que ya poseemos. El Año Nuevo trae esperanza y representa una nueva oportunidad.
Cada país tiene su propio modo de recibirlo. En México, la tradición popular para esa noche dicta rituales distintos para determinar la suerte en diferentes ámbitos a lo largo del año. Por ejemplo, usar ropa interior roja invoca al amor y la pasión, salir con maletas atraerá viajes, barrer la casa ayudará a expulsar las malas vibras, y si colocas dinero debajo de tu almohada, atraerás prosperidad.
No obstante, debido a factores religiosos, políticos o económicos, hay naciones que no festejan la llegada del Año Nuevo. A continuación, señalamos algunos de ellos:
China A diferencia de los países occidentales, que siguen el calendario solar, China utiliza el calendario lunisolar, el cual se basa en los ciclos de la luna y el sol para computar el tiempo. Por esto, en China no se celebra el Año Nuevo el 1 de enero.
Si bien no hay registros históricos de su origen, se estima que la celebración del Año Nuevo Chino data de hace más de cuatro mil años. Actualmente estamos en el ciclo 78, que empezó en febrero de 1984 y concluirá en febrero de 2044.
Más allá de ser una festividad, el Año Nuevo Chino representa la migración anual más grande del mundo. En 2022 se efectuaron más de 74 millones de viajes, según la académica Rebeca Ruíz Contreras de la ENALLT de la UNAM.
Los festejos duran 15 días y, tradicionalmente, aparte de visitar a los seres queridos, la gente va de compras, disfruta de espectáculos tradicionales chinos, lanza fuegos artificiales y planifica lo que realizará el siguiente año.
Arabia Saudita Como en varios países islámicos, en Arabia Saudita no se celebra el Año Nuevo el 1 de enero debido a que se rigen por el calendario lunar musulmán o Hijri, que tiene 354 días (y 355 en años bisiestos).
Este año, el festejo tuvo lugar el 18 de julio. La conmemoración del inicio del Hijri difiere mucho de la que conocemos en Occidente; no es un ambiente festivo, sino un periodo de reflexión sobre las experiencias históricas como pueblo.
India En la India, el Año Nuevo es la celebración más importante del año. Conocido como Diwali, dura cinco días y celebra que “la luz triunfa sobre la oscuridad, el conocimiento sobre la ignorancia y el bien sobre el mal”.
El primer día, las personas oran a la diosa Lakshmi (encargada de la fortuna), cocinan platillos tradicionales y limpian sus hogares para eliminar las malas energías. El segundo día se dedica a decorar con lámparas y rangolis, dibujos que son zonas de bienvenida para las deidades hindúes y que se colocan en el suelo.
La convivencia con amigos y familiares es central en el tercer día. Algunos visitan el templo en honor a Lakshmi o encienden fuegos artificiales. El cuarto día es para el intercambio de regalos y buenos deseos. Finalmente, el quinto día se dedica a honrar a los hermanos.
Irán Celebra el Nouruz (‘nuevo día’), una tradición que, se estima, data de hace tres mil años. Coincidiendo con el equinoccio de primavera, desde 2009, el Nouruz está reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
El Nouruz simboliza el término de la oscuridad invernal y el renacer de la luz y la fertilidad. En su celebración, los iraníes se dedican a la limpieza de sus hogares y se congregan alrededor de mesas que albergan objetos representativos del renacimiento, la salud, la alegría, la prosperidad, la felicidad, la paciencia y la belleza. Las escuelas cierran para que los niños puedan visitar a tíos y abuelos, quienes, en esta ocasión, suelen obsequiar regalos o dinero.
El último día del Nouruz, las familias se dirigen al campo para disfrutar de comidas al aire libre cerca de ríos o arroyos, lugar en el que depositan semillas que simbolizan los deseos para el año venidero.
Israel Conmemora el nuevo año en septiembre u octubre, según su calendario hebreo lunisolar. La festividad, conocida como Rosh Hashaná, es un momento de introspección sobre el pasado, de miras hacia el futuro y de revisión de los vínculos con Dios.
Durante Rosh Hashaná se prohíbe el trabajo y numerosos fieles judíos acuden a las sinagogas y posteriormente participan en celebraciones con comidas festivas o simbólicas. Entre ellas está el jalá, un pan redondo y trenzado que frecuentemente se adorna con pasas y se sumerge en miel, signo distintivo de este festejo. Las manzanas, por otro lado, son símbolo de la esperanza de un año dulce.
Otro plato típico de Rosh Hashaná es el gefilte fish, una preparación de pescado molido con cebolla, zanahoria, perejil, sal y pimienta. En cuanto a los postres, es tradicional el leicaj, un dulce elaborado con miel, huevo, azúcar, canela, té y aceite.
Ideas destacadas
- La llegada de un nuevo año es vista universalmente como un momento de renovación y esperanza, marcando una oportunidad para el desprendimiento y la mejora de la fortuna personal.
- México posee tradiciones de Año Nuevo que implican rituales para atraer la suerte en diversos aspectos de la vida, utilizando elementos como ropa interior roja, maletas, barridos y dinero bajo la almohada.
- Existen diferencias significativas en la celebración del Año Nuevo a nivel mundial, influenciadas por factores religiosos, políticos y económicos que determinan las prácticas y rituales específicos de cada cultura.
- China sigue un calendario lunisolar para sus festividades, por lo que el Año Nuevo no coincide con el 1 de enero occidental, teniendo una tradición milenaria y siendo el ciclo 78 el que actualmente se vive.
- El Año Nuevo Chino no solo es una festividad, sino que también representa la mayor migración anual a nivel mundial, con actividades que incluyen reuniones familiares, compras, espectáculos y fuegos artificiales.
- Arabia Saudita y otros países islámicos se rigen por el calendario lunar musulmán, con celebraciones que incluyen reflexión histórica y comidas tradicionales, diferenciándose de las festividades occidentales.
- India celebra el Año Nuevo con el Diwali, un festival que dura cinco días y simboliza la victoria de la luz sobre la oscuridad y del conocimiento sobre la ignorancia, con rituales y reuniones familiares.
- El Nouruz en Irán, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y el Rosh Hashaná en Israel, representan festividades de Año Nuevo con profundas raíces culturales y religiosas, incluyendo ritos de limpieza, ofrendas y comidas simbólicas.