El equipo de Kent Kirshenbaum, de la Universidad de Nueva York (NYU), ha creado versiones sintéticas de proteínas con propiedades mejoradas.
Imagine antibióticos sintéticos que podrían combatir infecciones como el SARM, productos farmacéuticos personalizados para tratar el cáncer de próstata avanzado y nuevas enzimas que convertirán la celulosa en combustible.
Con el apoyo de la National Science Foundation (NSF), Kirshenbaum y su equipo diseñan moléculas para imitar la forma, estructura y función de las proteínas naturales.
El objetivo final de esta investigación de química biomimética es desarrollar una forma confiable de construir proteínas sintéticas que funcionen a escala industrial.