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¿Por qué no es buena idea meter una cuchara metálica al microondas?

A menudo se nos advierte que debemos evitar introducir cucharas u otros objetos metálicos en el microondas, pero ¿conocemos realmente el motivo detrás de este consejo? La respuesta a esta interrogante radica en el funcionamiento fundamental de este aparato, que está intrínsecamente vinculado a su historia.

Todo comenzó en 1920, cuando el físico estadounidense Albert Wallace Hull concibió el magnetrón, pieza cardinal del microondas. Sin embargo, Hull no diseñó este dispositivo para calentar alimentos, sino para su utilización en un sistema de televisión.

Fue durante la década de 1940 cuando un grupo de físicos británicos percibió en el magnetrón una solución a los desafíos que enfrentaban con el radar, herramienta bélica de relevancia crucial, cuyas grandes antenas dificultaban su transporte en aviones. Modificaron su estructura original para que fuera capaz de producir ondas electromagnéticas de diez centímetros de longitud, las denominadas ondas de microondas. Esta tecnología posibilitó la instalación de radares de menor tamaño en los aviones británicos.

Pero la verdadera revolución llegaría más tarde y de forma inesperada. Durante uno de sus experimentos, el ingeniero estadounidense Percy Spencer notó que una barra de chocolate que guardaba en su bolsillo se había derretido. Intrigado, al día siguiente colocó un huevo cerca del magnetrón y, para su sorpresa, éste se coció. Fue así como descubrió que podía calentar cualquier alimento y diseñó la caja metálica que hoy conocemos como el horno de microondas.

Pero, ¿cómo funciona exactamente un microondas? El proceso de cocción se produce debido a la interacción entre las ondas electromagnéticas y las moléculas de agua presentes en los alimentos. Al elevarse la temperatura, la absorción de las microondas en la comida generalmente disminuye, lo que hace que las regiones de baja temperatura se calienten más rápido que las de alta temperatura. De esta manera se consigue un calentamiento más homogéneo. De hecho, el horno de microondas es particularmente efectivo para cocinar alimentos que contienen agua, mientras que los productos secos, como el pan, no se calientan de manera tan satisfactoria.

Respecto al tema de los metales, existen dos razones principales por las que se desaconseja introducir objetos metálicos en el microondas:

  1. Bajo ciertas condiciones, los metales intensifican el campo eléctrico generado por el magnetrón, lo que puede ocasionar una descarga eléctrica. Este fenómeno se manifiesta en forma de un arco eléctrico en los puntos de los objetos metálicos.
  2. Las microondas no pueden penetrar con profundidad en los metales, lo que dificulta la cocción de los alimentos.
¿Por qué no es buena idea meter una cuchara metálica al microondas?

Acerca de los posibles peligros para los seres humanos, se ha cuestionado si las ondas electromagnéticas emitidas por estos hornos podrían representar algún riesgo. En efecto, si alguna onda fuera absorbida por el cuerpo humano, se produciría calor en los tejidos expuestos, similar a lo que ocurre en los alimentos. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud, el diseño de estos electrodomésticos impide que las ondas electromagnéticas se liberen salvo cuando el aparato está encendido y con la puerta cerrada. Además, la potencia de fuga que puede alcanzar el microondas es de niveles no peligrosos. No obstante, se recomienda mantenerlo en buen estado, limpio, y revisar que la puerta cierre adecuadamente.

Ideas destacadas sobre microondas

  1. La prohibición de introducir objetos metálicos en el microondas tiene una razón científica, y se relaciona estrechamente con el funcionamiento básico de este electrodoméstico.
  2. El origen del microondas se remonta a 1920 con la creación del magnetrón por el físico Albert Wallace Hull, inicialmente concebido no para la cocción de alimentos, sino para uso en sistemas de televisión.
  3. Fue en los años 40 del siglo XX cuando físicos británicos adaptaron el magnetrón para resolver problemas con el radar, un instrumento clave en la guerra cuyas antenas de gran tamaño presentaban dificultades para su transporte en aviones.
  4. La adaptación del magnetrón permitió la producción de ondas electromagnéticas de diez centímetros, las denominadas ondas de microondas, esenciales para la creación de radares de menor tamaño en aviones.
  5. El ingeniero Percy Spencer descubrió de manera inesperada la capacidad del magnetrón para cocinar alimentos, tras notar el derretimiento de una barra de chocolate en su bolsillo durante un experimento.
  6. La cocción en el microondas se produce a través de la interacción de las ondas electromagnéticas con las moléculas de agua en los alimentos, permitiendo un calentamiento homogéneo al aumentar la temperatura.
  7. El horno de microondas es particularmente útil para calentar alimentos con contenido de agua, pero su efectividad disminuye al intentar calentar productos secos, como el pan.
  8. Introducir objetos metálicos en el microondas puede causar descargas eléctricas, ya que estos intensifican el campo eléctrico generado por el magnetrón.
  9. Los metales también dificultan la cocción de los alimentos en el microondas, ya que limitan la penetración de las ondas de microondas.
  10. Aunque algunas personas han expresado preocupación por los posibles peligros de las ondas de microondas para los seres humanos, la Organización Mundial de la Salud ha concluido que estos aparatos son seguros, siempre y cuando se mantengan en buen estado, limpios, y con una puerta que cierre adecuadamente.

Fuente

http://www.unamiradaalaciencia.unam.mx/download/pdf_stc/unamirada_stc_60.pdf