En la contingencia sanitaria del COVID 19 se abre la puerta a todo tipo de información, para detectarla y en su caso cortar que fluya, “si se trata de un meme o texto cargados de adjetivos y juicios de valor en lugar de argumentos y sin fuentes oficiales estamos frente a una Fake News, señaló el doctor Alejandro Byrd Orozco, catedrático de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
El especialista en comunicación de la Máxima Casa de Estudios del país explicó que este fenómeno, Fake News, obedece a “una incesante necesidad de vender a partir de la difusión”, combinado con la “avidez del consumidor por información falsa que distorsiona la realidad que llena un sentido melodramático, con el que nos encanta vivir. Este es el lado emocional del asunto. De ambos lados hay intenciones no necesariamente éticas”, puntualizó en entrevista.
Agregó que con los avances tecnológicos muchas personas pueden enmascarar información y hacerla pasar por sitios oficiales, por lo que es necesario identificar la fuente, quién lo dice –en comunicación es el sujeto de emisión-, analizar la línea editorial, por ejemplo, en el reenvío de Whatts App, no se sabe quién lo expresó. “Analizar el contexto de emisión del mensaje, si la información está cargada de adjetivos, de juicios de valor en lugar de argumentos o información con sentido, rigor, producto de algún estudio, se pueden identificar fuentes falsas”, detalló el doctor Byrd Orozco.
Desde su perspectiva hay que analizar el sentido del comunicado, saber si es real su fundamento. “Si sólo se consume para llenar la especie de vacío, de enterarse de muertes y tragedias, si se deja un poco ese impulso y se me pone a pensar quién emite, desde dónde y qué emite, es posible detectar una noticia no verificada”.
Como docente pide a la población evaluar la labor de quién comunica, tomar en cuenta el papel que desempeñan los medios de comunicación que sin ser médicos, científicos o epidemiológicos tratan de encontrar la cura, sin embargo, advierte que “hay un virus que circula paralelo al coronavirus, la pandemia informativa que sí se puede atacar con mensajes que ayuden a formar redes en la sociedad quitando toda la parte malsana, venenosa y contaminante que es la con la que nos gusta vivir”.
Por último, recomienda al público en general: “olvidarse de la vorágine del día a día, ese frenesí de trabajar para consumir, consumir para trabajar y cuando te das cuenta se te fue la vida. Hemos dejado de mirar al otro, ver que hay tantos elementos para reencontrarme, saber quién soy, cómo soy con los demás, ser más gregario y hacer comunidades más solidarias, no depender de los grandes poderes que nos han ido diciendo qué, cómo y para qué hacer y empezar a pensar por nuestra cuenta; empezar a crear e innovar. Si nos ayudamos entre todas y todos no hay virus que nos venza; ayudarnos en un sentido fraterno, solidario, de cooperación y ánimo muto”.