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No controlar el dolor se considera un acto de tortura

Todas las personas tienen derecho a una vida libre de dolor o, al menos, a su control; por ello, se considera un derecho humano, afirmó Nancy Rangel Domínguez, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Esto implica que si no se maneja el dolor, se estaría violando los derechos humanos, e incluso podría calificarse como un acto de tortura, añadió la entrevistada.

El Día Mundial contra el Dolor, promovido por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor y por la Organización Mundial de la Salud, se conmemora el 17 de octubre.

A pesar de que es complejo identificar el dolor, dado que cada persona lo vive de manera distinta, existe un consenso que define al dolor como una experiencia física, afectiva y cognitiva, caracterizada por ser desagradable. Esta sensación puede estar o no vinculada a un daño orgánico.

El dolor puede ser interpretado como un síntoma o como una patología, ya que forma parte de varias enfermedades. Por ejemplo, una mujer con diabetes puede sufrir dolor, ardor y calambres en las piernas, síntomas conocidos como dolor neuropático.

De hecho, es un síntoma que alerta sobre otras afecciones subyacentes y constituye una de las principales razones por las que las personas consultan al médico.

Si el dolor es persistente, puede ser indicativo de una enfermedad. Por ello, es crucial atenderlo a la brevedad.

El abordaje del dolor debe ser multidisciplinario; es decir, debe contar con la intervención de distintos profesionales. Por ejemplo, ante un dolor de cabeza, una fractura o una enfermedad que provoque dolor, lo habitual es pensar en ver a un médico o incluso en comprar analgésicos en la farmacia.

No obstante, el dolor es una condición mucho más compleja, por lo que, además de la atención farmacológica proporcionada por un médico, es esencial el manejo psicológico.

Vivir con dolor implica cambios en los ámbitos social, familiar, laboral y psicológico, así como en la interacción con los demás. Por esta razón, es importante que el tratamiento incorpore a varios especialistas, desde el médico hasta el nutricionista.

Se ha documentado que algunos tipos de dolor crónico están íntimamente ligados a la alimentación, de modo que el manejo nutricional es relevante. Otro especialista relevante es el fisioterapeuta, quien contribuye a mitigar el dolor en el día a día.

En nuestra sociedad, comúnmente se nos instruye a tolerar el dolor. Por ejemplo, ante una queja, la reacción habitual es: “¡Qué exagerado! Aguántate, no duele tanto”.

Por comentarios de este tipo, muchas personas optan por no expresar su dolor. Sin embargo, cada quien experimenta el dolor de manera única, por lo que es preferible creer a quien afirma que algo le duele.

El dolor es una sensación que todos los humanos experimentamos, pero eso no significa que deba ser una constante en nuestras vidas. Afortunadamente, disponemos de diversos especialistas dedicados al control del dolor, tales como médicos, enfermeras y psicólogos.

Es crucial que la población conozca su derecho al manejo del dolor, razón por la cual se requieren más algólogos, profesionales especializados en esta área.

Ideas destacadas

  1. El derecho a una vida sin dolor es considerado un derecho humano esencial, según Nancy Rangel Domínguez, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.
  2. No atender adecuadamente el dolor podría constituir una violación de los derechos humanos e incluso ser considerado un acto de tortura.
  3. El Día Mundial contra el Dolor se celebra cada 17 de octubre con el respaldo de organizaciones internacionales como la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor y la Organización Mundial de la Salud.
  4. La experiencia del dolor es subjetiva y compleja, englobando dimensiones físicas, afectivas y cognitivas, y puede presentarse con o sin daño orgánico asociado.
  5. El dolor puede actuar tanto como un síntoma de alerta de condiciones médicas subyacentes como una enfermedad en sí misma, ejemplificado en condiciones como el dolor neuropático en pacientes diabéticos.
  6. Un manejo inadecuado del dolor persistente puede retrasar la detección y tratamiento de enfermedades subyacentes, por lo que es vital su pronta atención.
  7. La gestión del dolor requiere un enfoque multidisciplinario que incluya profesionales de la salud de diversas especialidades, incluyendo médicos, nutricionistas y fisioterapeutas.
  8. Se debe promover un cambio cultural en la percepción y expresión del dolor, reconociendo y validando el sufrimiento individual para un tratamiento adecuado.