Durante nuestra infancia, todo a nuestro alrededor provoca preguntas: nuestra curiosidad innata nos impulsa a cuestionar y buscar respuestas sobre el porqué de las cosas. Sin embargo, con el paso del tiempo, las responsabilidades cotidianas suelen sofocar este instinto exploratorio.
Precisamente para revitalizar esta curiosidad intrínseca, desde hace cinco años, un equipo de inquisitivos jóvenes, autodenominados “preguntones”, se ha aventurado a indagar en los misterios de la vida sin distinción de temas. Su audacia les ha llevado a poner en aprietos, más de una vez, a los investigadores de la UNAM.
La líder de este grupo de interrogantes es Claudia Ojesto, Jefa del Departamento de Radio de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia en la UNAM. Junto a los pequeños integrantes del programa “Preguntamos porque somos niños”, que es coproducido junto a Grupo Imagen, cada domingo se atreven a cuestionar la realidad que nos rodea. Su objetivo: mantener viva la curiosidad por nuestro entorno y fomentar la comprensión de nuestro mundo.
El programa recibió, el año pasado, el Premio Nacional de Comunicación Social de la Ciencia, otorgado por la Asociación Nacional de Locutores de México. A pesar del prestigio que confiere el reconocimiento, Ojesto expresa con orgullo que la mayor satisfacción radica en lograr el objetivo primordial que se plantearon al iniciar este proyecto: acercar la ciencia a los niños y, por qué no, también a los adultos, de la manera más accesible posible.
“‘Preguntamos porque somos niños’ nació para acercar a los pequeños a la ciencia de una forma dinámica, utilizando analogías que puedan comprender”, comenta Ojesto, quien también se desempeña como productora del programa y es orgullosamente egresada de la UNAM. “En definitiva, la ciencia está en todas partes y es parte de nuestra vida diaria. Nuestro deseo era abordar y aclarar las dudas sobre temas que no son exclusivamente para científicos. Los niños son excelentes para esto porque tienen un pensamiento crítico muy agudo y una curiosidad insaciable”, añade.
Acercar a los investigadores y derribar estereotipos
Uno de los objetivos primordiales del programa radica en cambiar los estereotipos que rodean a los científicos. Claudia Ojesto subraya que, a lo largo de estos cinco años, han logrado modificar la imagen tradicional de los científicos, convirtiéndolos en figuras más accesibles tanto para los “preguntones” como para la audiencia.
“Siempre se nos ha inculcado, o hemos imaginado, que los científicos son personas de aspecto despeinado que siempre usan batas blancas y que son inaccesibles. Pero todo lo contrario, los niños desmontan esta imagen. Preguntan desde qué desayunaron, si tienen hijos, si están casados, si han viajado, hasta llegar a cuestiones más complejas, relacionadas con el tema semanal. El programa busca que la ciencia no se perciba como algo aburrido, sino como algo emocionante, ya que hay tanto que descubrir y aprender”, explica.
Guiar talentos y desarrollar habilidades
Aunque no era uno de los propósitos fundamentales del programa, “Preguntamos porque somos niños” se ha convertido en un canal relevante para que niños y jóvenes vayan orientando su futuro académico. Si bien hay muchos que optan por las ciencias y la medicina, hay otros que se sienten cómodos detrás del micrófono.
Al respecto, Ojesto manifiesta su satisfacción al poder orientar a los niños hacia su futuro. “Hay jóvenes que empezaron con nosotros y que ahora ya están en la Facultad de Ciencias, o en Química o Física. Muchos indican que gracias al programa pudieron deshacerse de ideas preconcebidas y prejuicios sobre la ciencia y comenzaron a disfrutarla. También están aquellos a los que les atrae la idea de ser locutores o presentadores y les orientamos para que estudien comunicación”.
Durante la pandemia, “Preguntamos porque somos niños” resultó ser un recurso importante para varias escuelas. Algunos profesores se apoyaron en los temas que se trataban en la emisión para explicarlos de manera sencilla a sus alumnos.
El programa comenzó el 4 de febrero de 2018 con cinco niños, pero hasta la fecha han pasado por el programa más de 200 de varios estados de la República, como Querétaro, Hidalgo, Morelos, Nuevo León, Chiapas, entre otros.
Además, el alcance del programa aumentó durante la pandemia, lo que permitió la participación de niños de Estados Unidos, Colombia y Canadá.
A cada niño se le motiva para que sean capaces de explotar sus virtudes o, en su caso, perder el miedo a mostrarse tal como son. “Hubo el caso de un menor con déficit de atención que era muy tímido, muy introvertido. Participó en el programa y después sus padres nos contaron que ganó tanta confianza que en la escuela quería ser el primero en todo. Tenemos claro el objetivo principal, pero también buscamos que los ‘preguntones’ que participan desarrollen otras habilidades o adquieran nuevas”, resalta Ojesto.
El programa continuará buscando crecer y tiene planes que suenan muy prometedores. Con más de 260 programas al aire, más de 300 invitados nacionales e internacionales, los “preguntones” de Claudia Ojesto seguirán con su misión de difundir la ciencia, descubrir su vocación, pero sobre todo, continuar cuestionándolo todo, porque al fin y al cabo, todos somos niños intentando entender la complejidad del mundo.
Próximas metas:
- Abordar temas locales (contaminación, escasez de agua, conocer cómo es la vida en las localidades) con los “preguntones” de todos los estados de la República Mexicana.
- Asistir a lugares y redactar crónicas.
- Crear la sección de los “contestones” (contar con la participación de jóvenes que fueron “preguntones”).
“Estoy muy agradecida con mi equipo. Desde la gente que trabaja en producción hasta los ‘preguntones’. Estos reconocimientos son parte de un todo y nos impulsan a ser mejores. Personalmente, el entusiasmo de los niños te da un impulso adicional”, concluye Claudia Ojesto.
Ideas destacadas
- Los niños, por su curiosidad inherente, generan una gran cantidad de preguntas sobre el mundo que les rodea. Con el paso del tiempo y las responsabilidades diarias, los adultos tienden a dejar de cuestionar por qué suceden las cosas.
- Para satisfacer esta curiosidad y mantener vivo el espíritu de cuestionamiento, Claudia Ojesto lidera un grupo de niños, apodados “preguntones”, que exploran los misterios de la vida a través del programa Preguntamos porque somos niños.
- Este programa busca hacer que la ciencia sea más accesible para niños y adultos, a través de un enfoque dinámico y fácil de entender, fomentando la curiosidad y el pensamiento crítico.
- Aunque no era un objetivo principal, Preguntamos porque somos niños ha servido como un medio para que los niños y jóvenes comiencen a decidir lo que quieren estudiar. Algunos se decantan por las ciencias y la medicina, mientras que otros se sienten más cómodos en roles comunicativos, como locutores.
- Durante la pandemia, el programa se convirtió en un recurso importante para las escuelas, que utilizaron los temas discutidos en el programa para explicar de manera sencilla conceptos complejos a sus alumnos.
- El alcance del programa se extendió durante la pandemia, permitiendo que niños de Estados Unidos, Colombia y Canadá comenzaran a participar.
- El programa no solo busca fomentar la curiosidad científica, sino también ayudar a los niños a desarrollar sus habilidades y ganar confianza en sí mismos.
- En el futuro, el programa planea abordar temas locales de los distintos estados de la República Mexicana, asistir a lugares para realizar crónicas y crear una sección para la participación de jóvenes que fueron “preguntones”.