OSLO, NORUEGA – La luchadora por los derechos humanos y la libertad en Irán, Narges Mohammadi, ha sido honrada con el Premio Nobel de la Paz 2023. El Comité Noruego del Nobel tomó esta decisión en reconocimiento a su valiente batalla contra la opresión de las mujeres en Irán, la defensa de los derechos humanos y la libertad para todos.
Mohammadi ha enfrentado graves represalias por su lucha: ha sido arrestada 13 veces, condenada en cinco ocasiones y sentenciada a un total de 31 años en prisión y 154 latigazos. A pesar de los desafíos, su compromiso con la justicia no ha flaqueado. En la actualidad, Mohammadi sigue tras las rejas.
El movimiento liderado por Mohammadi ganó impulso en septiembre de 2022, cuando Mahsa Jina Amini, una joven kurda, murió bajo la custodia de la policía moral iraní. Su muerte desencadenó las protestas políticas más grandes contra el régimen teocrático de Irán desde su instauración en 1979. Bajo el lema “Mujer – Vida – Libertad”, cientos de miles de iraníes se manifestaron pacíficamente. El régimen respondió con violencia: más de 500 manifestantes murieron, miles resultaron heridos y al menos 20,000 fueron arrestados.
El lema de las protestas encapsula a la perfección la misión de Narges Mohammadi: luchar contra la discriminación y opresión sistemática de las mujeres, apoyar la lucha de las mujeres por el derecho a vivir vidas plenas y dignas, y luchar por la libertad de expresión y la independencia.
Desde la década de 1990, Mohammadi se ha destacado como defensora de la igualdad y los derechos de las mujeres. Después de sus estudios, trabajó como ingeniera y columnista, y en 2003 se unió al Centro de Defensores de Derechos Humanos en Teherán.
Su activismo contra la pena de muerte resultó en otro arresto en 2015. En prisión, Mohammadi se opuso al uso sistemático de tortura y violencia sexualizada por parte del régimen contra prisioneros políticos.
El año pasado, desde la prisión de Evin en Teherán, Mohammadi apoyó a los manifestantes y organizó acciones de solidaridad entre los reclusos. A pesar de las condiciones más estrictas impuestas por las autoridades, logró sacar un artículo que fue publicado por el New York Times, con el mensaje: “Cuanto más nos encierren, más fuertes nos volvemos”.
Al otorgarle el Premio Nobel de la Paz, el Comité Noruego del Nobel rinde homenaje a su lucha por los derechos humanos, la libertad y la democracia en Irán, y también reconoce a los cientos de miles que han protestado contra las políticas discriminatorias y opresivas del régimen teocrático hacia las mujeres. Este premio sigue una larga tradición de honrar a quienes trabajan para promover la justicia social, los derechos humanos y la democracia.