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México: el poder del cine en la atracción de turistas

En su exploración de la intersección entre turismo local y cine Ilia Alvarado Sizzo, investigadora del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM, descubrió que las producciones cinematográficas propician el aumento de la actividad turística en áreas específicas del país. Sin embargo, en muchos casos, los turistas visitan estos lugares buscando imágenes icónicas o personajes que creen inspiraron las películas, en lugar de mostrarse interesados por la cultura local.

Especialista en el impacto de las representaciones cinematográficas en las dinámicas del turismo en México, Alvarado Sizzo apuntó que las imágenes, no solo las cinematográficas, funcionan como un recurso publicitario para los territorios que las emplean para promover el turismo como actividad económica. “Las fotografías, representaciones en redes sociales, libros de viaje, novelas, e incluso canciones, suelen despertar la curiosidad para querer conocer el lugar que se muestra en películas, fotografías o textos”.

Dada su diversidad de paisajes y su riqueza etnográfica y cultural, México ha sido escogido como locación para innumerables producciones cinematográficas, tanto nacionales como extranjeras. Esto ha permitido la divulgación, en diferentes momentos históricos, de la imagen del país como destino turístico.

Alvarado Sizzo recordó que cuando hace unos años se filmaron en el centro de la Ciudad de México escenas de la película “Spectre” de la saga James Bond, se mostró una interpretación ficticia y “carnavalizada” del Día de Muertos en México, que se representó en la escena inicial como un desfile festivo de calaveras que no existía de esa manera en el país. Sin embargo, a partir de esa cinta, se promocionó a nivel mundial y se decidió implementar cada año en la capital mexicana como un festival turístico.

“Muchos visitantes extranjeros asumieron que así se celebraba el Día de Muertos en México, porque el cine tiene el poder de hacer que el espectador crea que lo que se proyecta es real. Esta es una de las ventajas de la imagen en movimiento, que se toma como verdadera a pesar de ser ficticia”, comentó.

Otro caso se produjo en 2017 con el estreno de “Coco” de Disney-Pixar, que también interpretó el Día de Muertos en México. “Estábamos trabajando en la zona purépecha de Michoacán y descubrimos que en Santa Fe de la Laguna, una pequeña localidad a unos 40 minutos de Morelia, se había creado una narrativa mediática que afirmaba que ese pueblo había inspirado la película. Incluso se decía que una señora de más de 100 años que vivía allí, la artesana indígena María Salud Ramírez Caballero, había inspirado el personaje de Mamá Coco”, relató.

Después de que esa historia se difundió en redes sociales, empezó a llegar turismo a Santa Fe de la Laguna. Pero no por sus características culturales, al ser uno de los hospitales-pueblos fundados por Vasco de Quiroga en el siglo XVI, sino que iban en busca de la “verdadera Mamá Coco”, añadió la investigadora.

Destacó que el turismo en Michoacán crecía a un promedio del tres al cuatro por ciento anual, pero a partir de 2018 (tras el estreno de “Coco” en 2017), hubo un incremento del 22 por ciento debido a la publicidad.

“Esto dejó claro el poder del cine para promover destinos turísticos de manera intencionada o no, pero también los riesgos que puede generar al atraer a visitantes que buscan lugares que no existen en la realidad y son solo producto de la ficción, lo cual puede provocar la transformación de las dinámicas locales”, explicó.

Alvarado Sizzo señaló que existen casos positivos en México y en el mundo, con localidades que han experimentado un crecimiento turístico gracias a alguna producción cinematográfica u otra audiovisual (series, telenovelas) que intenta representar un lugar.

En este sentido, recordó que un caso emblemático es Real de Catorce, en San Luis Potosí. Un pequeño pueblo minero que quedó prácticamente abandonado a principios del siglo XX tras el cese de la minería, lo que obligó a muchos de sus habitantes a buscar trabajo en otras partes del país, e incluso en Estados Unidos.

Este lugar quedó casi como un escenario, un pueblo abandonado en el que a finales de la década de 1990 se filmó la película de Hollywood “La mexicana”, protagonizada por Julia Roberts y Brad Pitt. La cinta fue muy popular y vista por miles de personas. Desde entonces, Real de Catorce se promovió como destino turístico y obtuvo el título de Pueblo Mágico, relató.

Posteriormente, se filmaron otras producciones y se grabaron telenovelas. Hoy, el lugar recibe a numerosos turistas, pasando de tener aproximadamente 13 mil visitantes en el año 2000 a más de 60 mil en 2010, señaló la investigadora.

La venta de artesanías y alimentos en restaurantes, así como la ocupación hotelera, son algunos de los beneficios que el “turismo cinematográfico” aporta a la economía local.

“El riesgo sería que el lugar se convierta en un escenario a raíz de una película y se pierdan los valores originales del sitio, así como que lo que se esté representando no sea lo propio de la comunidad, sino lo que se proyecta a través de estas producciones cinematográficas”, enfatizó.

Alvarado Sizzo agregó que los habitantes se adaptan a los gustos de los turistas y hasta ofrecen mercancías relacionadas con las películas, porque los visitantes las buscan. “Se comienza a tematizar la localidad, lo cual puede empoderar a las comunidades locales y conseguir que los turistas tengan un acercamiento más real a la cultura local, de manera que la película sea una excusa para acercarse a la realidad de estos lugares”.

Lugares que han sido beneficiados por producciones cinematográficas son Xochimilco, al sur de la Ciudad de México, que vivió un auge en el siglo pasado con “María Candelaria” y sus paseos en trajineras inmortalizados; Puerto Vallarta, que se transformó en un polo turístico tras la filmación de la hollywoodense “La noche de la iguana”.

Acapulco ha sido el escenario de numerosos filmes, incluso uno protagonizado por Elvis Presley. Un ejemplo destacado es el Lago de Pátzcuaro y la isla de Janitzio, que a partir de la película “Maclovia” (1948) se popularizó como sitio para ver la celebración del Día de Muertos.

Para analizar de manera multidisciplinaria a nivel internacional este tema, Alvarado Sizzo está organizando el IV Coloquio Turismo, Cine y Territorio, donde se abordarán las producciones cinematográficas y su impacto territorial-turístico; perspectivas teóricas del turismo y el cine desde la geografía; turismo y cine desde la mirada local y territorio, género; y turismo en el cine, entre otros temas.

El evento se realizará en modalidad híbrida los días 7 y 8 de noviembre del año en curso, en Taxco, Guerrero. Este evento es un proyecto conjunto con la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM y la Universidad de Brasilia, Brasil, en el que también participan otras universidades nacionales y extranjeras.

Para colaborar con ponencias (en español, portugués e inglés), se puede consultar la convocatoria hasta el 30 de julio en el sitio: https://www.geografia.unam.mx/geoigg/pdf/ConvocatoriaColoquio 2023.pdf

Ideas destacadas sobre cine y turismo

  1. Las producciones cinematográficas generan un incremento en la actividad turística en ciertas zonas del país, pero a menudo los visitantes buscan imágenes y personajes emblemáticos de las películas, más que la cultura local.
  2. Las imágenes, y no solo del cine, funcionan como un recurso publicitario para los territorios que buscan fomentar el turismo como actividad económica, provocando en los espectadores la curiosidad por visitar los lugares representados.
  3. A partir de la interpretación ficticia del Día de Muertos en películas como “Spectre” y “Coco”, los visitantes extranjeros asumieron que estas representaciones eran la realidad en México, evidenciando el poder del cine de hacer creer al espectador que lo que se proyecta es real, incluso cuando es ficticio.
  4. Tras la difusión de la idea de que el pueblo de Santa Fe de la Laguna en Michoacán inspiró la película “Coco”, el turismo en la zona creció un 22 por ciento, demostrando el poder del cine para promover destinos turísticos, pero también sus riesgos, como la transformación de las dinámicas locales.
  5. Un caso positivo de crecimiento turístico gracias al cine es Real de Catorce, en San Luis Potosí, que tras ser locación de la película “La mexicana”, pasó de tener 13 mil visitantes en 2000 a más de 60 mil en 2010.
  6. Aunque el “turismo cinematográfico” puede beneficiar a la economía local a través de la venta de artesanías, alimentos y la ocupación hotelera, también existe el riesgo de que los valores originales de un sitio se pierdan y se represente lo que se proyecta a través de las producciones fílmicas y no lo que es propio de la comunidad.
  7. La geógrafa Ilia Alvarado Sizzo está organizando el IV Coloquio Turismo, Cine y Territorio para analizar de manera multidisciplinaria a nivel internacional la relación entre turismo y cine y su impacto en la geografía y cultura local. El evento se realizará en modalidad híbrida en Taxco, Guerrero, los días 7 y 8 de noviembre del presente año.