Ayer, los principales mercados bursátiles a nivel mundial sufrieron una caída estrepitosa. Al iniciar operaciones, tuvieron caídas importantes. La bolsa nipona se desplomó un 12.4%, su peor cifra desde el lunes 19 de octubre de 1987, y esa situación provocó un efecto dominó que afectó a la Bolsa Mexicana de Valores, que cayó un 1.8%. El índice S&P 500 perdió 3.15%, el Nasdaq cayó 3.73% y el Promedio Industrial Dow Jones cayó 2.75%. El mercado europeo no se salvó y las principales bolsas cerraron en negativo. Fue un lunes negro.
Una tímida recuperación
Este martes, el índice Nikkei en la Bolsa de Tokio abrió con una recuperación del 10.2%, lo que ha permitido que los mercados bursátiles tímidamente se estén recuperando. Pero la situación sigue siendo de temor a nivel mundial, ya que hay probabilidades de que Estados Unidos entre en recesión.
Para el profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, Manuel Gómez Lira, la situación no se vislumbra positiva para la economía mundial en el corto plazo y se tendrá que esperar hasta septiembre, cuando la Reserva Federal (FED) aumente o baje sus tasas, lo cual sería casi un anuncio de que Estados Unidos estaría entrando en una recesión.
“Lo que ayer sucedió fue una caída en cascada de las principales bolsas de valores en el mundo, provocada por un inesperado incremento de las tasas en Japón. Durante décadas, la tasa de interés del Banco Central se mantuvo en 0% y siempre estuvo en esa cifra, pero ayer se movió un 0.25%, lo que podría no parecer mucho. Sin embargo, hay efectos negativos porque es una irregularidad que afecta. El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio experimentó una caída histórica de 12.4%. Si a eso le sumamos una reducción en la compra de bonos, entonces tenemos un escenario imprevisto que impacta de manera global las economías”, explicó.
El fin del Carry Trade
Esta situación también provocó el fin de una estrategia financiera conocida como Carry Trade. En esta, los inversores toman préstamos en una moneda con bajas tasas de interés para invertir en activos que generan mayores rendimientos en otra moneda. Japón era un paraíso para diversas naciones debido a esa situación, e incluso algunos fondos de cobertura estadounidenses estuvieron tomando dinero prestado en Japón a tasas mínimas y utilizando esos fondos para invertir en activos que rinden más, como las acciones tecnológicas estadounidenses.
Si bien esta estrategia tiene sus beneficios, hay riesgos importantes. Si una moneda u otra disminuyen su valor, los retornos disminuyen dramáticamente, provocando que el préstamo pueda aumentar y llevando a pérdidas.
“Esa es una de las razones que provocó el lunes negro de ayer. Pero también contribuyó que las bolsas de valores en el mundo venían presentando dificultades por cuestiones relacionadas con las empresas tecnológicas como Google, Tesla y Amazon. Hay incertidumbre sobre si invertir o no en estas empresas debido a la inteligencia artificial. Entonces, si sumas esos factores, se da un escenario muy negativo como el que sucedió”, comentó el experto en crisis e inestabilidad financiera.
¿Y qué sigue?
El fin del Carry Trade ha provocado una reducción de las tasas entre Japón y Estados Unidos. Esta situación provoca un diferencial de intereses y que la competencia por flujos financieros sea importante, ya que el país nipón es más atractivo para invertir que el estadounidense.
Ante ese escenario, para Gómez Lira, Estados Unidos solo tiene una opción: subir la tasa de interés para seguir compitiendo en los mercados financieros internacionales y de bonos. Aunque se preveía que esta iba a disminuir porque los resultados de generación de empleo y de crecimiento no eran favorables en el país norteamericano, había una certeza de que se podría responder a esto bajando la tasa de interés.
“Independientemente del factor de Japón, Estados Unidos ya viene presentando síntomas de que es probable que entre en una etapa de desaceleración. Aún no hay consenso de si está en desaceleración, pero sí es preocupante y eso también mete incertidumbre porque no hay datos que lo confirmen, pero la posibilidad está ahí. Digamos que está en la línea para eso. No obstante, una subida de interés, que es muy probable que tenga que hacerlo, será un golpe a su economía y si es involuntaria, como en este caso, lo será más”, dijo.
Aunque ese es el escenario que vislumbra el profesor, indicó que será necesario esperar al anuncio que dará la FED en septiembre. A partir de esa decisión, se podrá saber si el escenario económico actual es grave o no en Estados Unidos. “Pero incluso si deciden dejar igual o bajar la tasa de interés, eso es un mensaje que tendríamos que saber cómo interpretarlo”, destacó.
¿Y México?
Lo que dicte la FED en septiembre será importante para nuestro país, ya que de cierta forma nuestra economía está en simbiosis con la de Estados Unidos. Contrario a lo que sucede en Europa, donde aún hay margen de maniobra para contrarrestar los efectos de esta situación, en México esa situación no la hay porque “el Banco de México se mueve en sintonía con lo que haga la FED”.
“Es casi como una regla. La dirección que toma la FED, la deberá tomar también Banxico. Si sube la tasa de interés, eso también provocaría dificultades a nuestra economía, impactando la producción, la inversión al interior del país y el empleo. Es un efecto espejo, por así decirlo, ya que lo que pase allá también lo viviremos acá”, concluyó.
Ideas destacadas:
• Los mercados bursátiles mundiales sufrieron una caída significativa debido a un incremento inesperado de las tasas de interés en Japón.
• El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio se desplomó un 12.4%, lo que provocó un efecto dominó en otras bolsas.
• La estrategia financiera conocida como Carry Trade se vio afectada por esta situación.
• Estados Unidos podría entrar en recesión, lo que generaría más incertidumbre en los mercados.
• Las decisiones de la FED en septiembre serán cruciales para determinar el impacto en la economía de Estados Unidos y México.