La Lucha Libre mexicana, esa mezcla de folklore y acrobacias asombrosas, es el deporte-espectáculo más popular después del futbol. Sin embargo, para Shaolin, uno de los más famosos luchadores, la televisión no muestra toda la grandeza de este deporte, y lamentablemente, la distorsiona y sólo transmite lo nocivo, pero no todo es sangre o golpes bajos.
Durante el II Coloquio de Investigadores de la Lucha Libre llevado a cabo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y organizado por el profesor José Ángel Garfias Frías, Shaolin aseguró que dicha situación viene de tiempo atrás, porque aparecieron promotores que no lo eran y se acercaron porque vieron un negocio redondo, pero no conocían bien el deporte, y por lo tanto, no saben armar un espectáculo que presente la realidad.
No obstante, esta actividad deportiva es muy noble, se aprende desde el piso, tienes que ganarte el derecho a rodar sobre un ring, no porque sea acojinado, muchas veces está en mal estado, te lastimas en una sola caída, y para eso uno se prepara como profesional, para aprender a caer, rodar y soportar el castigo que tu cuerpo recibe en cada uno de los golpes, los azotes y los castigos de tu rival, esta actividad es hermosa.
Por su parte, el Villano IV mencionó que este entretenimiento mexicano es uno de los mejores del mundo, además es muy bonito y brinda una formación como deportista ejemplar, pero también los forma como ser humano.
Vengo de una familia de luchadores, para mí es algo muy importante en mi vida y creo que debemos cuidarla y respetarla, para que las nuevas generaciones aprendan bien las bases y cuando sean profesionales lo practiquen con dignidad y respeto.
Víctor Manuel Vargas Abreu, otro personaje de esta actividad tan popular, expresó que la lucha mexicana ha sido un producto de exportación tanto de profesores como de grandes luchadores, él mismo tuvo la oportunidad de enseñar e impartir clases en Japón.
Además, se ha convertido por moda en la gritoterapia, la gente va grita, se desahoga y cuando se dan cuenta sale muy relajada de las arenas.
Tanto el Villano IV como Vargas Abreu se introdujeron en esta carrera debido a una fuerte influencia de su familia, ambos tuvieron un padre luchador profesional y desde entonces se apasionaron por dicha actividad.
“Me apasiona la lucha mexicana, la vivo, desayuno, almuerzo y ceno con ella, siempre está presente en toda mi vida”, enfatizó Vargas Abreu.
Con respecto a su nombre, el Villano IV expresó: “Dice la gente que arriba del ring hacemos honor a nuestra gente, simplemente ocupamos el estilo y sabemos que es clásico, tradicional, la lucha cuerpo a cuerpo y de ahí se va dando, por algo nos dicen los villanos”.