Aunque la serie de los Supercampeones fue creada para aumentar la tradición del futbol en Japón, fue una de las más vistas en México y hoy es recordada con mucha nostalgia, apuntó José Ángel Garfias Frías, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
De hecho, este manga surgió en 1980 cuando el futbol ya era muy popular en el mundo, pero en el país asiático no había mucha participación. Además, en la Fédération Internationale de Football Association (FIFA) intervenían pocos equipos a nivel mundial, y la colaboración de Japón era muy reducida.
Una animación
La serie es protagonizada por Oliver Atom, un jugador que tiene el sueño de conquistar la Copa Mundial de Futbol con su selección. Y en la versión latinoamericana su nombre cambió debido a que el original era muy difícil de pronunciar.
Dicha caricatura consiguió su objetivo, y en su país de origen los niños comprendieron la dificultad de este deporte al ver escenas espectaculares con situaciones acrobáticas, como el tiro gemelo o el futbol aéreo de los hermanos Korioto.
También emulan a algunos jugadores como Diego Armando Maradona, plasmado en Juan Díaz; el alemán Karl Heinz Rummenige representado por Karl Heinz Schneide; Rivaldo del Barcelona cristalizado como Rivaul, y hasta el propio Jorge Campos tuvo su versión como portero mexicano, aunque éste último se quedó en el manga y no llegó a la animación.
En esta historia, añadió Garfias, podemos ver que Atom representa el sueño de cualquier niño de jugar en los equipos más importantes ¿Quién no quisiera jugar en el Barcelona, junto con Lionel Messi o en el Real Madrid con Cristiano Ronaldo y todas las grandes figuras?
En México
La serie nos muestra un poco esa idea de que el futbolista para ser bueno debe jugar en el extranjero, un discurso manejado en México con el caso del Chicharito y todos aquellos jugadores que tenemos en equipos europeos.
Finalmente, este manga logra que los espectadores sueñen. Por ejemplo, en nuestro país no perdemos la idea que algún día ganemos la Copa del Mundo, y mantenemos la ilusión cada cuatro años. Así, esta serie nos dejó mucho a los mexicanos, concluyó el profesor Garfias.