- El bien común y la sustentabilidad se relacionan con una ideología que siguen los pueblos originarios, basada en que la propia existencia es resultado de la presencia de las y los otros
- El Mtro. Manuel Bolom Pale, de la Universidad Intercultural de Chiapas, presentó la conferencia La ética del bien común y la sustentabilidad en los pueblos originarios, en el segundo módulo del Seminario Internacional Tópicos de Frontera en la Sustentabilidad 2020, una iniciativa de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad de la UNAM.
La capacidad de organización comunitaria de los pueblos originarios es clave para enfrentar la crisis ambiental y civilizatoria que vivimos a nivel mundial, que sin duda es más amplia que la pandemia que estamos afrontando, y se caracteriza también por haber excluido durante siglos a los pueblos originarios, afirmó el Dr. Ambrosio Velasco, investigador del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM.
Las ciencias de la sustentabilidad y de la complejidad son parecidas al conocimiento indígena, en el sentido de que son holísticas e integrativas. Las primeras solo son posibles a través de la integración de diferentes tópicos y disciplinas, es decir, necesitan de la transdisciplina, pues una sola disciplina no es suficiente para abordar la complejidad de los problemas socioambientales que la sociedad enfrenta. El conocimiento de los pueblos indígenas se concibe como comunitario y no individual, asimismo, pone énfasis en la palabra y no en la persona que la habla. Esto se refleja en el concepto tsotsil: lekil kuxlejal o buen vivir, que tiene mucho que ver con la sustentabilidad.
Lekil Kuxlejal se compone a su vez de varios conceptos que existen en la lengua tsotsil, que resultan muy importantes en los usos y costumbres de las comunidades mayas. Este concepto busca el buen vivir de manera holística, impulsando el cuidado mutuo, el respeto hacia otros seres, la naturaleza y la noción de interdependencia, es decir, “yo soy solamente si tú eres” y “si tú estás bien, yo también lo estoy”, explicó el Mtro. Manuel Bolom Pale.
El Dr. Ambrosio Velasco, por otra parte, hizo énfasis en que es importante que más académicos y académicas trabajen con los pueblos originarios para desarrollar un conocimiento que sea el resultado de un verdadero diálogo intercultural. Las y los investigadores deben aproximarse a los pueblos originarios, pero no como objeto de estudio, sino reconociéndolos como una comunidad epistémica con la que es necesario dialogar en condiciones de igualdad.
Los valores como la solidaridad y la defensa de la vida son claves en la ética indígena, recalcó el Mtro. Bolom, e hizo énfasis en que las y los jóvenes indígenas salen de sus comunidades a estudiar y se encuentran con espacios académicos que desvalorizan su cultura. La formación académica tradicional en México hace que piensen que deben abandonar sus prácticas y conocimientos tradicionales; por eso es necesario abrir espacios académicos que permitan que la lengua, la cultura y la cosmovisión indígena se sigan desarrollando.
El conocimiento tradicional es por naturaleza holístico e integrativo, y es necesario incorporarlo a las universidades para que dejen de ser disciplinarias y monoculturales. No se ha logrado llevar a la realidad el carácter multicultural y pluriétnico de México como nación, y esto no ocurrirá hasta que no se abran las puertas de las universidades a las y los indígenas en condiciones de equidad epistémica, subrayó el Dr. Velasco.
Hoy, más que nunca, es necesario transitar hacia la transdisciplina, que implica la generación de conocimiento en un diálogo plural con los pueblos originarios y los conocimientos tradicionales que poseen.
La construcción de un futuro sustentable debe contar con la participación de los pueblos originarios. Si seguimos excluyéndolos e ignorando sus conocimientos, no podremos hacerle frente a la crisis civilizatoria que enfrentamos, que como señaló el Dr. Velasco, es mucho más amplia y compleja que la pandemia que estamos viviendo.