El Dr. Abelardo Rodríguez Sumano, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la IBERO, señala que relación entre nuestro país y la Unión Americana requiere definiciones estratégicas
· Agrega que la ausencia de transparencia en los resultados electorales debilitará la imagen y fortaleza de nuestro país
México se fortalecerá al interior, frente a Estados Unidos y ante el mundo, a través de la legitimidad y legalidad del resultado de las elecciones que se realizarán el próximo 1 de julio de este año, pues en la medida en que se puedan demostrar las reglas del juego democrático se establecerá el mandato de la voluntad de un país, señaló el Dr. Abelardo Rodríguez Sumano, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la IBERO. En particular, si se toma en cuenta el cúmulo de violencia y el ascenso de la delincuencia organizada.
“Una vez que se den los resultados de la elección, se tienen que construir los consensos para la gobernabilidad y para marcar la pauta del Estado mexicano sobre cómo generar una estrategia integral para tener una relación cauta con EU, para lo cual será necesario sumar las mejores propuestas de todos los candidatos, de la sociedad, de los académicos y de los grupos de interés en favor del interés nacional mexicano”, dijo el académico.
Para el Dr. Rodríguez, es indispensable reelaborar y repensar una estrategia para impulsar los intereses de México en la relación con Estados Unidos que son urgentes y que requieren definiciones estratégicas. Añadió que en los últimos años no se ha planteado la importancia que tiene México como frontera sur de Estados Unidos en su proyección mundial de poder, así como un garante de su propia seguridad y estabilidad.
Asimismo, agregó que en el periodo de transición se tienen que hacer consensos de las mejores propuestas para el país y se tiene que reorganizar la seguridad nacional (la defensa interior y exterior), la política exterior, los servicios de inteligencia civiles y militares, el papel de la política exterior al vincularla más con la seguridad nacional y la gobernabilidad interior y, dentro de ello, poder generar una política económica más cercana al desarrollo social y a la justicia.
“El reto es para México, que tendrá que generar consensos, así como realizar un trabajo titánico para abatir—o disminuir– corrupción, trabajar contra la impunidad y dar certeza al Estado de Derecho en todos los ámbitos. En la medida en que se fortalezcan dichas áreas, el país podrá rendir mayores cuentas y generar certidumbre a la inversión”, comentó el especialista en seguridad nacional.
Respecto a la participación de los candidatos a la Presidencia de México en el segundo debate, cuyos temas fueron: comercio exterior e inversión; seguridad fronteriza y combate al crimen transnacional; y derechos de los migrantes, el Dr. Abelardo Rodríguez apuntó que los candidatos se vieron muy distantes del papel de México en el mundo.
Del potencial que implica formar parte de la comunidad de naciones a través de la ONU, la OEA, la Unión Europea o Asia-Pacífico. El académico indicó que México cuenta con una ventaja comparativa en América Latina a través de la lengua y una historia común que se ha desaprovechado por su integración en América del Norte. En todo caso, expuso, la política exterior mexicana cuenta con una larga tradición por abogar a favor del derecho internacional, la resolución pacífica de las controversias, además de ser impulsor de la Agenda para el Desarrollo 2030, la Convención de Refugiados y Migrantes, además del desarme nuclear, el cambio climático, entre otros temas de la agenda mundial.
No obstante, reconoció que “históricamente la relación más importante de México en el mundo es con Estados Unidos y por la tanto es la prioridad en materia de comercio, política exterior y seguridad nacional. Las preguntas del público y los moderadores, así como la respuesta de los candidatos, fueron en gran medida una inercia de la reacción que se ha tenido con respecto a Donald Trump, que ha sido un factor disruptor en el mundo, en EU, en la relación con América Latina y con México. Se observó que los cuestionamientos iban en el sentido de cómo le van a hacer, en caso de ganar, en la relación presidente a presidente”, explicó Rodríguez.
México todavía tendrá que repensar la relación con Estados Unidos en un momento de incertidumbre e interdependencia cómo pocas veces en su historia de los últimos ciento cincuenta años, concluyó el profesor.