Durante la presentación de su libro “Las Indómitas”, en la 38 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, señaló que las mujeres en México tienen menos oportunidades, reconocimiento y siempre tienen las de perder.
Agregó que muchas mujeres no se dan cuenta de su fuerza, otros se los tienen que decir. La autora de novelas como La piel del cielo y Tinísima elogió a las mujeres de Estados Unidos que han marchado contra Donald Trump, “nos han dado lecciones de valentía”, son dignas de las soldaderas mexicanas. Y acotó que si las mujeres mexicanas “decidiéramos tomar Palacio Nacional podríamos poner al candidato que quisiéramos”.
Poniatowska periodista, narradora, líder político, habla pausado. Pide a Marta Lamas, quien la acompaña para comentar el libro, que le ayude a abrir su botella de agua. “Nunca puedo”, dice. El público, su público, le aplaude todo, pone atención a sus historias. A eso ha venido hoy, a contar sobre las mujeres indómitas que admira. Y cuando habla de ellas no sólo comparte sus razones, su admiración. Son sus indómitas. Para ella es importante su color de ojos, de piel, si reían o tenían mirada triste; si amaban o fueron despreciadas por su condición de mujer, como el caso de Nelie Campobello.
Hay un aplauso para una indómita ausente: Carmen Aristegui, una mujer clave, indómita, intocable, que no se deja manejar, precisa Poniatowska.
En su libro, la autora de La noche de Tlatelolco dedica un apartado para las mujeres dedicadas al servicio doméstico: “Se solicita muchacha”. Evoca a las mujeres que han dedicado su vida a servir a los demás, a quienes dejaron sus mejores años para atender a otras personas. Hace una denuncia: no ve ninguna acción de legisladoras para mejorar la condición del servicio doméstico.
Durante su charla Poniatowska desmonta el mito de Pancho Villa, el macho que protagonizó episodios de violencia contra las mujeres, aunque no podía faltar Trump en la plática: “Pancho Villa es un santo al lado de Trump”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]