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Tributo a la belleza

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El Taller Coreográfico de la UNAM, bajo la dirección de Ángel Rosas, llevará a escena la reposición del ballet “Suite Orquestal 2” de Gloria Contreras a partitura de Johann Sebastian Bach, pieza que sugiere la idea del gozo intenso por la belleza, la vida y el amor, a partir de un diálogo entre el carácter expresivo de la música, contemplativo y alegre a la vez, y un estilo de danza lleno de vitalidad, con modulaciones de energía fluyendo por distintas partes del cuerpo.

Como otro de los atractivos del programa se presentará “Réquiem para un poeta”, creado por Gloria Contreras en memoria del escritor mexicano Carlos Pellicer. Se bailarán además: “Cuatro piezas”, “Solo para Haydn” y “Madero, una noche desolada” a partituras de Antonín Dvořák, Joseph Haydn y Ernesto Lecuona, respectivamente.

Las presentaciones tendrán lugar el viernes 16 de junio, a las 12:30 horas, en el Teatro Arquitecto Carlos Lazo, anexo a la Facultad de Arquitectura (Circuito escolar s/n, C.U.), ENTRADA LIBRE; y domingo 18 de junio, en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000, C.U.), a las 12:30 horas, ($80.00 entrada general, con el 50% de descuento personal a maestros, estudiantes, ex alumnos y trabajadores UNAM; jubilados del ISSSTE, IMSS e INAPAM con credencial vigente).

Las funciones darán inicio con una amplia exploración dancística por las pasiones humanas en “Cuatro piezas”, a las Cuatro piezas románticas para violín y piano, Op. 75 de Antonín (1841-1904). Integrada por pequeñas danzas, las acciones en esta coreografía darán inicio con un ‘juego’, en el que dos mujeres y un hombre se regocijan con la belleza de su juventud. Enseguida, la disputa por una misma mujer da lugar a una ‘lucha’ entre dos hombres; con el vencedor aparece el ‘amor’, en un dueto hombre-mujer, quienes unen sus vidas hasta que uno de los dos muere. El ‘luto’ por dicho acontecimiento es expresado en una danza de soledad y llanto del alma.

Enseguida se bailará “Solo para Haydn”, intenso monólogo dancístico que muestra un estilo espontáneo en el que hay saltos y piruetas; gracia y elegancia en homenaje al compositor austriaco Joseph Haydn (1732-1809).

Posteriormente “Madero, una noche desolada”, danza con carácter histórico acerca de la relación de amistad que existió entre Francisco I. Madero (1873-1913) y el embajador cubano Márquez Sterling (1872-1934). Gloria Contreras retrata en ella uno de los momentos ocurridos durante la Decena Trágica, específicamente el que transcurre mientras el diplomático isleño advierte al entonces presidente de México acerca del peligro que corre su vida e intenta persuadirlo, sin éxito, de salvarse viajando hacia Cuba. La música corresponde al compositor Ernesto Lecuona (1895-1963).

La acción escénica continuará con “Réquiem para un poeta” creado por Gloria Contreras en memoria del escritor mexicano Carlos Pellicer (1897-1977). La coreografía, montada al Réquiem canticus de Igor Stravinsky ((1882-1791), es abstracta y sobria, una reflexión en torno a la vida y la muerte. Su claridad surge de la sucesión suave casi ritual de episodios creados a partir de posiciones que semejan estatuas de culto. Inicia y concluye con una grabación de los Sonetos postreros, en la propia voz de Carlos Pellicer, también escritor, museógrafo y político, quien se convierte de esta manera en un protagonista invisible dentro de la obra.

Para la conclusión del programa se remontará el ballet “Suite Orquestal número 2” a la partitura homónima de Johann Sebastian Bach (1685-1750), catalogada bajo la serie BWV 1067, para flauta, cuerdas y bajo continuo. Es una pieza de corte abstracto que lleva implícita la idea del gozo intenso por la belleza, la vida y el amor. Consta de siete movimientos que se suceden de manera estilizada y en orden contrastado: Obertura, Rondó, Zarabanda, Bourré, Polonesa, Minueto y Badinerie.

El primer movimiento, una lenta y solemne Obertura, es iniciado por tres parejas de bailarines con una danza ceremonial, cuyos lentos movimientos de danza clásica buscan concordar con la armonía de la partitura. El segundo movimiento, Rondó, es un breve dúo amoroso de carácter conmovedor, en el que sus personajes toman conciencia de su felicidad y su destino.

La Zarabanda corresponde al tercer movimiento, un solo dancístico interpretado por medio de una danza lenta de carácter lírico y reflexivo. El cuarto movimiento, Bourrée, se construye como un diálogo rápido y enérgico entre dos mujeres, cuyas réplicas en un principio se alternan y luego se sincronizan, demostrando la unidad de los opuestos.

El quinto movimiento, Polonesa, nos regresa al ambiente del primero con una danza ceremonial, que ahora se representa en un trío de dos jóvenes y una mujer, en ella se venera a la dama y los bailarines la interpretan casi sin tocarse uno al otro. El Minueto, sexto movimiento, se presenta moderadamente vivaz, es ejecutado como un adagio amoroso que refleja la unión de dos almas.

El movimiento final, Badinerie, corresponde a una variación de la bailarina, se construye a través de una minuciosa técnica de las piernas en correspondencia con la melodía del solo de flauta, se trata de un juego en el que una joven doncella descubre el mundo del amor.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]