Éste es un circuito de autoconfianza. Todos los semblantes brillan, es un resorte anímico estar aquí. Sólo hay un trecho entre ser aspirante, examinado y futuro alumno, y ellos pretenden cruzarlo con arrojo: están habituados a las pruebas y sonríen ante una más que sólo tiene 120 reactivos.
La Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Dirección General de Administración Escolar (DGAE), recibió en el Centro de Exposiciones y Congresos (CEC), sede de la prueba de admisión a licenciatura desde 2015, a los aspirantes con discapacidad.
En esta ocasión, hubo 33 jóvenes más con respecto al año pasado. Sus nombres describen la vocación. Ángel y Alma son parte de los 187 aspirantes que declararon previamente en su solicitud tener alguna discapacidad y que deseaban ser provistos de alguno de los siguientes servicios:
Realizar el examen en planta baja; movilidad en sede con silla de ruedas; movilidad en sede con bastón o muletas; apoyo en la lectura del examen; apoyo en el relleno de alveolos; apoyo en la lectura y relleno de alveolos; instrucciones claras y fuertes y/o por escrito; autorización para el ingreso de un lector; y autorización para el ingreso de material didáctico.
Con el propósito de brindar a los aspirantes las facilidades adecuadas para presentar su examen de selección y combatir desventajas ante una persona en circunstancias convencionales, la DGAE habilitó el CEC en Avenida del Imán para ofrecer confort y el equipo físico y humano para este cometido, pero sin que alguien o alguna circunstancia asista en las respuestas al examinado.