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La sexualidad en sociedades prehispánicas

  • Códices, piezas prehispánicas y narraciones son fundamentales para entender las dinámicas en la antigüedad.

En la sexualidad casi todo es cultural y aunque incluye la genitalidad, la procreación y el placer, no se reduce a eso, sino que influyen otros componentes como la escuela, el Estado, el universo de lo imaginario, la política, las narraciones legendarias como los mitos religiosos, las expresiones artísticas, las estructuras jurídicas y los ordenamientos éticos, entre otros.

Así, aunque la sexualidad humana se fundamente en lo biológico, al ubicarse en contextos sociales e históricos particulares, quedará influida por factores de carácter económico, cultural, político, ético y religioso de la época en que se produce.

Al respecto, la doctora María Rodríguez-Shadow, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), destaca que en las diferentes etapas históricas se analiza el cuerpo y la sexualidad, los cuales adoptan características vinculadas con el periodo en el que se está viviendo y los lugares geográficos específicos.

Temas como nacimiento, preñez, matrimonio, embarazo, parto, adulterio, aborto, coito, ritos nupciales y el culto al falo son representados en códices, en piezas arqueológicas o se habla de ellos en las narraciones de la época; son muestra de cómo era construida y llevada la sexualidad en esos periodos históricos.

“La sexualidad va a estar normada profundamente por la cultura, por la civilización, por periodos históricos específicos y, muy probablemente, como nos lo muestra la antropología, una misma sociedad a través del tiempo va modificando sus conceptos, sus nociones y las formas aceptadas o no aceptadas de llevar a cabo estas prácticas”, expresa la especialista en estudios sobre antropología de las mujeres.

Prohibiciones y doble moral

Entre las culturas prehispánicas mesoamericanas existen dioses y diosas que se han relacionado con la sexualidad. Tal es el caso de Xochiquétzal (vinculada con el placer sexual), Tlazoltéoltl (ligada con la pasión, la sexualidad transgresora) e Ixchel (entre otras cosas se le asocia con la concepción, el embarazo y el parto. Así, la construcción de la sexualidad en esas épocas estuvo normada según las reglas, castigos y creencias que determinaban, de acuerdo con sus ideas religiosas, estos dioses y las clases dominantes.

La doctora Rodríguez-Shadow explica que, en códices como el Mendoza, Borgia, el Nuttall, el Vaticano y el Borbónico, se puede observar qué significaban algunas prácticas como el embarazo, el parto o los ritos nupciales y cuáles eran los castigos para transgresiones como el adulterio, la homosexualidad o el aborto y sus especificidades en cada cultura del México antiguo.

Así, entre las conductas sexuales que no eran aprobadas por los aztecas se encuentra el adulterio femenino. Las fuentes documentales señalan que generalmente a los adúlteros se les sometía a tormento y cuando eran descubiertos “in fraganti”, tanto los hombres como las mujeres, eran ejecutados.

Sin embargo, la investigadora comenta que también había una doble moralidad. Por ejemplo, si ambos adúlteros estaban casados, esto sí era considerado adulterio; si ella estaba casada y él soltero, sí se le calificaba como tal; sin embargo, si la mujer estaba soltera y el hombre estaba casado entonces no se consideraba adulterio.

También existía una doble moralidad en cuanto a las conductas sexuales, sobre todo de los hombres que pertenecían a las élites gobernantes, a quienes se les permitían porque tenían privilegios. Ellos podían casarse con más de una mujer bajo el argumento de crear alianzas o tener concubinas, cuya función sería procrear y darles muchos hijos, entre quienes podría elegirse un sucesor o seleccionarlo para formar parte del ejército.

Asimismo, el lesbianismo era una conducta sexual castigada por el Estado; se pensaba que los dioses enviaban enfermedades a las transgresoras de estas conductas sexuales, quienes, además, se enfrentaban al repudio social.

El aborto también era considerado un delito que era castigado con la pena de muerte impuesta por el Estado; las transgresoras se enfrentaban al castigo de los dioses y sufrían el rechazo social. Además, existían normas que imponían a las mujeres la prohibición del sexo prematrimonial, o sea, las mujeres nobles o plebeyas debían llegar vírgenes al matrimonio. Esta prohibición del sexo prematrimonial aplicaba sólo a las mujeres, no a los hombres.

Una sexualidad distinta

La doctora Rodríguez-Shadow explica que, respecto a las expresiones de la sexualidad entre la gente del pueblo, en la antigüedad se observa que se tenían ideas muy claras sobre la monogamia, la cual era exigida para los macehualtin, o sea, los tributarios quienes tenían derecho de tener una sola esposa y casarse de manera endogámica, es decir, sólo con gente de su mismo barrio

Esto no era lo mismo para las clases gobernantes, en donde las mujeres debían casarse de manera exogámica, es decir, ellas no siempre permanecían en su comunidad de origen, sino que en ocasiones eran trasladadas a los señoríos vecinos para establecer alianzas de carácter comercial, militar o de carácter político.

Al respecto, la doctora explica que la investigación en las fuentes documentales y en los distintos códices muestra cuál era el pensamiento que podía tener una sociedad guerrera, militarista, jerárquica, expansionista, como la azteca; así como los valores que les otorgaban a las mujeres, los cuales residían sobre todo en la maternidad, es decir, en su capacidad de reproducir más fuerza de trabajo, más soldados que irían a la guerra.

Además, tanto en Sahagún, Mendieta, Durán, Motolinía y en los códices también es posible observar cómo desde el nacimiento existía una separación sexual del trabajo, ya que mientras a los niños se les regalaban escudos o armas, a las niñas se les daban instrumentos para tejer o escobas. Es decir, a ellas se les preparaba para las labores domésticas y a ellos para la guerra.

Otro tipo de idea que estaba presente en esas épocas es aquella que atribuía un carácter maléfico a las mujeres embarazadas. Por ejemplo, el Códice Borbónico menciona que había un temor hacia ellas, por lo que, durante la ceremonia conocida como del Fuego Nuevo, se les ponían máscaras de pencas de maguey y se les encerraba en los graneros para evitar que se transfiguraran en fieras que se comían a los hombres.

Además de los códices también se ha documentado la existencia de piezas arqueológicas, por ejemplo, distintas figurillas encontradas en regiones diferentes que muestran un culto al falo. La doctora Rodríguez-Shadow explica que esto se ha relacionado con el valor en las batallas, el compromiso, la expansión del imperio, y la dominación de otros pueblos.

También se ha documento que los prisioneros de guerra eran denostados y despojados de todo lo que implicara su condición de virilidad, de valentía y de esfuerzo militar, por lo que podían ser travestidos.

Así, en las civilizaciones del México antiguo existieron distintas normas, conductas y creencias en materia de sexualidad que eran establecidas por los gobernantes y los dioses, y los castigos para quienes las transgredían podían ser brutales. La investigación documental nos muestra cómo se fue construyendo esa sexualidad que, normada por aspectos culturales, distingue a toda una civilización.

Ideas destacadas

  1. La sexualidad, aunque tiene fundamentos biológicos, es un constructo que se ve influido fuertemente por factores culturales, políticos, éticos y religiosos, y se manifiesta de manera distinta dependiendo del contexto social e histórico.
  2. Las representaciones culturales de la sexualidad, como se muestra en códices y piezas arqueológicas, reflejan cómo se percibían y regulaban las prácticas sexuales en distintas épocas históricas.
  3. Los mitos y las creencias religiosas en las culturas prehispánicas mesoamericanas desempeñaban un papel importante en la construcción y regulación de la sexualidad, con dioses y diosas asociados con varios aspectos de la sexualidad.
  4. En las culturas prehispánicas, había castigos severos para ciertas transgresiones sexuales, como el adulterio y el aborto, pero también había evidencia de una doble moral, especialmente en lo que respecta a las élites gobernantes.
  5. Los conceptos de sexualidad y matrimonio variaban considerablemente según el estatus social en las sociedades prehispánicas. Las clases gobernantes tenían prácticas de matrimonio exogámico y poligamia, mientras que la gente común practicaba la monogamia y el matrimonio endogámico.
  6. Las expectativas de género y la división del trabajo se establecían desde la infancia en las sociedades prehispánicas, con los niños preparados para la guerra y las niñas para las labores domésticas.
  7. Existían creencias culturales únicas y fascinantes en las sociedades prehispánicas, como el temor y el respeto hacia las mujeres embarazadas y la veneración del falo como símbolo de valor y dominio en las batallas.
  8. A través de la investigación documental y la interpretación de fuentes históricas, es posible entender cómo la sexualidad ha sido construida y normada culturalmente a lo largo de la historia y cómo estas construcciones han moldeado civilizaciones enteras.