Entre 1968 y 1972, el ejército de Estados Unidos hizo una evaluación a sus unidades militares con el fin de encontrar fortalezas y debilidades. Durante ese lapso, el Dr. P. G. Whitmore (encargado de analizar dicho proceso), al presentar los resultados de su estudio descubrió que la probabilidad de obtener el triunfo dependía principalmente de dos factores: las distintas habilidades que tenían los miembros del grupo y cómo éstos estaban dirigidos.
En ese momento Whitmore no se dio cuenta de que, sin querer, sería precursor de un concepto que engloba unas cualidades personales que eran vitales en épocas remotas como la antigua Grecia y que actualmente son imprescindibles en el mundo laboral: las habilidades blandas, también llamadas habilidades socio-emocionales.
De acuerdo con un estudio elaborado por ZipRecruiter, una de las compañías de búsqueda de empleo más importantes en Estados Unidos, actualmente es vital colocar en el currículo las habilidades blandas que uno tenga, ya que los reclutadores aseguran que juegan un papel importante en la contratación. De igual manera, la Asociación Internacional de Profesionales Administrativos de dicho país, manifestó que el 67% de los reclutadores prefieren contratar a alguien con habilidades blandas fuertes a pesar de que tenga nula experiencia.
Pero… ¿por qué las habilidades blandas se han vuelto tan importantes para el mundo laboral? Y, antes que nada, ¿qué son las habilidades blandas?
La doctora Alejandra García Saisó, docente de Psicología Organizacional en la UNAM, indicó que las habilidades blandas “pueden estar relacionadas con lo que son rasgos de personalidad o ciertas cualidades que adquirimos en los primeros núcleos de aprendizaje, porque la vida muchas veces es la que nos dota de esto o de esto otro”.
Las habilidades blandas más comunes son las siguientes:
- Comunicación
- Escucha activa
- Planificación
- Gestión de tiempo
- Trabajo en equipo
- Flexibilidad
- Toma de decisiones
- Orientación a resultados
- Negociación
- Manejo del estrés
- Inteligencia emocional
- Empatía
- Pensamiento crítico
- Optimismo
- Motivación
- Resolución de conflictos
- Adaptabilidad
- Creatividad
Si bien García Saisó no hace menos las habilidades técnicas, destacó que para sobrevivir en el mundo laboral o incluso personal, requerimos de las soft skills. En muchas ocasiones, en el mundo laboral falla el proceso de reclutamiento y a la hora de la selección de las personas “estamos pensando en perfiles que van más o menos orientados a qué debes saber hacer, cuánta experiencia tienes haciendo eso y nos falta un poco la parte actitudinal-emocional. Y es ahí donde nosotros observamos las habilidades blandas”.
Y agregó: “No sólo es saber hacer, o tener el conocimiento o la habilidad, sino el cómo lo haces. No es lo mismo con un determinado tono de voz que a través de un escrito o, a veces, nada más gesticulando. Hoy sabemos que una de cada tres contrataciones no llega ni al año. Y es porque estamos viendo perfiles muy técnicos o cuestiones muy enfocadas al trabajo y no cómo y con qué herramientas se hará ese trabajo”.
La docente explicó que, si bien la familia tiene una gran influencia en nuestro aprendizaje de las habilidades blandas, éstas también se aprenden en otros círculos sociales, como el trabajo.
“En una organización te toca aprender las habilidades blandas. A lo mejor hay algo que no sabes y lo aprendes, y te vuelves más fuerte, más hábil y más capaz de enfrentar lo que es adverso. Lo aprendes en el trabajo y te lo llevas a la vida. A veces se forman de manera natural a lo largo de nuestra formación como seres humanos, desde el inicio en la familia. Pero otras veces se tienen que fortalecer en el lugar de trabajo, ya que es necesario formar ciertas habilidades para completar competencias que hoy no posees, pero para cuyo desarrollo tienes potencial”, manifestó.
Actualmente, en sus clases en la Facultad de Psicología, básicamente con los alumnos de 6º y 7º semestre, la profesora ha llevado a cabo algunas dinámicas para hacerles ver a los estudiantes que “no se trata solamente de sacar diez en la materia, sino que puedan visualizar otros estilos de ejercer la profesión para adquirir mejores capacidades en términos de cualidades humanas, estilos de liderazgo, gestión de equipos, el networking”.
Las cinco soft skills que deberías desarrollar
En opinión de la universitaria, éstas son las principales soft skills o habilidades blandas que cualquier persona debería desarrollar, tanto para la vida como a nivel profesional:
- Liderazgo: “por lo que implica en la gestión de equipos para que te sumen creatividad”.
- Innovación: “para adaptarse y resolver. Si se mueve el entorno, hay que seguir moviéndonos con él”.
- Negociación: “para permitir que dos más partes lleguen a un compromiso”.
- Colaboración: “porque no sólo eres el líder; vas a colaborar con otros pares y con tu propio equipo”.
- Adaptabilidad: “implica flexibilidad. Esa capacidad de adaptación a los cambios. Todo va a seguir cambiando. Nosotros también”.
Motores de liderazgo
La doctora Alejandra García Saisó expresó que actualmente destacan dos habilidades blandas necesarias en los líderes de equipo de trabajo:
- El storytelling
- La flexibilidad cognitiva.
El storytelling se puede definir como el arte de saber contar historias con el fin de motivar a un equipo, mantener la atención, dar una lección positiva o vender algún producto. Saisó señaló que “es esa capacidad de contar lo que te pasó en términos positivos, en términos motivacionales, en términos de aprendizaje. Te puede pasar una gran desgracia, pero si aprendiste algo y eres ahora una persona que ve distintas a las circunstancias y lo puedes explicar en términos de brindar aprendizaje, apoyo a otros, ya avanzaste”.
En cuanto a la flexibilidad cognitiva, se puede entender ya sea como la capacidad que tiene el cerebro para adaptar nuestra conducta y pensamiento con facilidad a situaciones cambiantes, o como la capacidad mental de pensar en varios conceptos a la vez.
Necesarias en las escuelas
Por otro lado, para García Saisó las habilidades blandas deberían comenzar a desarrollarse desde la enseñanza primaria, con el fin de que, cuando los niños sean adultos, puedan contar con mejores elementos para desenvolverse.
“Hoy las habilidades blandas tienen que estar incluidas no sólo en la formación a nivel profesional o en la educación media básica, sino desde la primaria, porque ahí está la clave del desarrollo humano”.
Finalmente, destacó que si hay carencia de habilidades blandas, éstas se pueden aprender. Para ello, es indispensable que el sujeto sea abierto, que acepte la crítica para crecer como persona, y que tome modelos, es decir, personas que tengan ciertas características que a él le gustaría tener.
