De acuerdo con estimaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social, por cada nueve mujeres que padecen bulimia nerviosa, un hombre presenta los mismos síntomas. En total, dos millones de mexicanos de todos los estratos sociales viven con este trastorno de alimentación.
Para revertir las consecuencias de este problema de salud pública, se necesita la participación de psiquiatras, nutriólogos y, sobre todo, de la intervención de los padres, quienes deben estar atentos ante cualquier comportamiento extraño de sus hijos, con relación a su aspecto físico o a su manera de comer.