En la Facultad de Arquitectura de la UNAM, se encuentra un laboratorio textil único, donde los estudiantes despliegan su creatividad para diseñar indumentarias, prendas y accesorios variados.
Un claro ejemplo es Eva, estudiante francesa de intercambio en México, quien, inspirada en la cultura del café, ha creado ropa utilizando bolsas de yute para el transporte de este grano. Su experiencia en la UNAM, según ella, supera ampliamente la oferta académica de su universidad en Francia, donde se limitan a materias estrictamente arquitectónicas.
Eva percibe la arquitectura como un punto de encuentro entre distintas artes, como el diseño, la escenografía, la moda y la pintura. Para ella, combinar arquitectura y moda resulta en una experiencia enriquecedora.
Una tradición desde 1990
El laboratorio, operativo desde 1990 en el Centro de Investigaciones de Diseño Industrial (CIDI) de la Facultad de Arquitectura, es un espacio que fusiona el diseño industrial con la moda. David Gutiérrez, profesor a cargo, enfatiza que el objetivo es familiarizar a los estudiantes con los procedimientos de ensamble, tendencias y materiales flexibles para generar propuestas innovadoras.
El laboratorio se divide en dos áreas: una destinada a estudiantes de primer ingreso, que trabajan con maquinaria y herramientas específicas, y otra como materia optativa abierta a estudiantes de diversas carreras de la UNAM y de otras universidades con convenios de intercambio.
A pesar de tener una capacidad para 16 alumnos, suelen inscribirse el doble cada semestre.
Un sector con potencial en México
En México, el sector textil y de moda, aunque subutilizado, representa un 4.3% del Producto Interno Bruto (PIB) y ofrece oportunidades significativas para jóvenes emprendedores, destaca el profesor Gutiérrez. Este laboratorio se convierte en un punto clave para aquellos interesados en el diseño y la fabricación.
Historias de éxito y creatividad
Entre las experiencias destacadas, Santiago Cabeza, estudiante de Diseño Industrial, desarrolló una colección de prendas para su tesis llamada “Kuroi Kitsune” (zorro negro), inspirada en una criatura mística japonesa. Combinando estilo tradicional japonés con tendencias techwear, su colección incluye prendas inspiradas en kimonos y samuráis, todas confeccionadas en neopreno y loneta de algodón.
Por otro lado, Samuel Idrobo, estudiante colombiano de intercambio, explora la fusión de tendencias orientales y latinas en prendas sin género ni talla, adaptable a cualquier cuerpo.
Jorge Coronel, también estudiante de Diseño Industrial, trabaja en su tesis sobre calzado sostenible, creando modelos con materiales reutilizables como piel y llantas. Su enfoque está en la durabilidad y en ofrecer un servicio de reparación para prolongar la vida útil de los productos, con miras a establecer su propia marca de calzado.
Ideas destacadas
- Laboratorio textil en la Facultad de Arquitectura de la UNAM como un espacio de innovación y diseño.
- Experiencia de estudiantes de intercambio enriqueciendo su aprendizaje con proyectos únicos.
- La combinación de arquitectura y moda como una experiencia educativa integral.
- El laboratorio textil desde 1990 como un espacio de encuentro entre diseño industrial y moda.
- El potencial del sector textil y de moda en México y su contribución al PIB.
- Proyectos estudiantiles destacados que fusionan diversas culturas y tendencias en el diseño.
