Se trata de pequeñas hormigas que conocemos y que existen en el medio ambiente, pero con una diferencia. Este tipo de hormigas sufrieron una transformación en su ADN. Fue gracias a Leonora Olivos, exalumna de la Facultad de Medicina de la UNAM, que trabajó junto a un equipo de especialistas de la Universidad Rockefeller para entender la conducta social de los insectos.