A veces, las uñas del gato pueden ser un problema porque rasguñan sillones, colchones, cortinas y hasta muebles de madera. Por esto, algunas personas optan por cortárselas e incluso las someten a operaciones para eliminarlas. Pero, ¿es conveniente hacer esto?
Según Tania Díaz Hernández, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, los gatos usan sus uñas constantemente, ya sea para escalar, defenderse, hacer de su entorno un lugar seguro e incluso arañar superficies para comunicarse con otros de su especie de forma visual y olfativa.
Las uñas de los gatos son retráctiles y se ubican en la última falange del dedo. De hecho, solo las sacan cuando van a usarlas, añadió la académica.
Al rasguñar una superficie, se estiran por completo y sus músculos adoptan una posición que les permite estirarse de una manera que no podrían sin tener las uñas ancladas en algún lugar.
Su bienestar
A pesar de que sus características naturales relacionadas con las uñas pueden ser vistas como un problema por algunas personas, los dueños tienen la responsabilidad de asegurar su bienestar. Esto implica no solo evitarles daño, sino también permitirles comportarse de manera natural e incluso incentivarlos.
Rasguñar es uno de sus comportamientos naturales. A veces lo hacen en superficies que los humanos consideran inaceptables, como muebles, colchones y sillas.
Para que se sientan cómodos en su ambiente, lo ideal es permitirles rasguñar, pero en superficies controladas. “No podemos molestarnos cuando un gato rasguña, porque es su naturaleza”, explica la académica.
Es importante utilizar un limpiador enzimático en las superficies ya rasguñadas y prohibidas para ellos. Recordemos que los gatos se guían visual y olfativamente. También se pueden usar cintas de doble cara amplias sobre los muebles o cubrirlos con plástico o papel aluminio para desalentar al gato.
Al mismo tiempo, se les debe proporcionar un lugar adecuado para arañar, como rascadores con cartón y cuerda. Incluso se puede aplicar un análogo de feromonas, como felliway, para atraerlos a estos rascadores.
¿Cortarles las uñas?
A veces es necesario cortarles las uñas, especialmente en gatos jóvenes que viven en interiores y no se desgastan como los que salen al exterior. La recomendación es eliminar solo las capas muertas de la uña.
No obstante, es crucial usar la técnica adecuada para no lastimar la parte vascularizada y evitar sangrados. Lo ideal es acudir a un especialista. Es importante acostumbrarlos desde pequeños, ya que de adultos no lo tolerarán tan fácilmente.
No se recomienda en felinos de cierta edad, pues se mueven menos y no tienen tanta capacidad para estirarse y rasguñar con fuerza.
¿Operarlos?
La operación para extraer las uñas se llama “oniquectomía”, y consiste en quitar la primera falange de los dedos. Es una mutilación realizada para que las uñas no vuelvan a crecer.
Los gatos operados presentan consecuencias severas, como morder más a menudo comparado con los que conservan sus uñas. Esto puede acarrear más complicaciones que un simple rasguño.
Al caminar, los felinos suelen apoyarse en los dedos, no en la planta de las patas. “Quitarles la falange les dificulta el movimiento y, con el tiempo, les causa mucho dolor articular”, señala la académica. También experimentan dolor en la muñeca, el codo y los hombros, y les resulta incómodo usar el arenero, lo que puede llevarlos a defecar en otros lugares y volverse más agresivos.
Las consecuencias son más graves que los rasguños en los muebles. “Es una opción que no debemos tomar, solo en casos muy específicos, como la presencia de un tumor en la zona”, concluye la académica de la UNAM.
Ideas destacadas
- Las uñas de los gatos son esenciales para su comportamiento natural.
- Los dueños deben asegurar el bienestar de sus gatos, permitiéndoles comportarse de manera natural.
- Cortar las uñas de los gatos debe hacerse con precaución y por un especialista.
- La oniquectomía es una mutilación con consecuencias graves para los gatos.