Mauricio Leonardo Rosas Gómez, alumno de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) plantel 9, Pedro de Alba, de la UNAM, es el primer universitario en la historia de la Olimpiada Nacional de Física en obtener la medalla de oro.
Después de haber sido designado ganador absoluto en la justa metropolitana, que inició con más de 300 concursantes en su primera etapa, el preparatoriano asistió a la UAM Iztapalapa, en donde entrenaron a la delegación de la capital para la competencia organizada por la Sociedad Mexicana de Física, efectuada en León, Guanajuato.
Ahí, los cuatro mejores estudiantes del área de cada estado de la República, más ocho de la Ciudad de México, realizaron una prueba teórica y otra experimental. La primera, comentó Mauricio, consistió en una serie de problemas. “Se califica la capacidad de resolverlos y la aplicación de procedimientos válidos. Puedes tener algunos errores al final, pero lo realmente valioso es el procedimiento”.
En la parte práctica se busca que los jóvenes logren diseñar un experimento que permita llegar al objetivo de la prueba; que sepan hacer mediciones, analizar datos, elaborar tablas y gráficas, e interpretar los resultados. Al concluir se premia con una medalla a los 30 puntajes más altos que conformarán la preselección nacional.
Esta es la etapa más compleja, señaló el universitario, pues es necesario trabajar arduo para estar entre los cinco representantes de nuestro país este año en la IPhO (International Physics Olympiad), con sede en Bali, Indonesia, o ser de los cuatro que irán a la Olimpiada Iberoamericana de Física, a celebrarse en Pereira, Colombia.
El proceso de selección consiste en una serie de tareas, enviadas vía correo electrónico, y dos exámenes acompañados por entrenamientos.
Pasión por la ciencia
Cuando Mauricio ingresó a la Prepa comenzó a participar en la Olimpiada Universitaria del Conocimiento y desde ahí surgió su pasión por la física. Posteriormente se inscribió en la XXVI Olimpiada Metropolitana de Física, en la que obtuvo medalla de bronce, lo cual fue un indicador de que necesitaba más horas de empeño para alcanzar las metas propuestas.
“Conocí al profesor Óscar Ocampo, quien me aconsejó profundizar en temas avanzados de matemáticas con el fin de lograr un mejor lugar en esas olimpiadas. Siguiendo sus consejos me preparé con mucha anticipación”, comentó.
Después, prosiguió, lo presentó con un ex alumno suyo, el ahora docente Luis Armando Vieyra Rebollo, medallista de bronce en el certamen nacional cuando estudiaba en el mismo plantel, y quien debido a su conocimiento del concurso ha sido un apoyo invaluable a lo largo de este proceso.
Mauricio L. Rosas es considerado un orgullo para la comunidad preparatoriana y un ejemplo de que con dedicación y esfuerzo se cumplen los propósitos.