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Gabriel García Márquez: crónica de un legado anunciado

“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”.
Gabriel García Márquez

A diez años de su muerte, la figura del escritor colombiano Gabriel García Márquez sigue vigente. Cuando recibió el Nobel de Literatura en 1982, él manifestó que “los escritores siempre quieren seguir vivos mediante sus obras”. Gabo no solo tenía razón, sino que cumplió cabalmente ese dicho, ya que sus textos siguen permeando entre la sociedad y su reciente novela En Agosto nos vemos vino a alimentar más la curiosidad y el asombro que genera su literatura.

Cuando hablamos de García Márquez, no solo nos referimos a uno de los grandes literatos a nivel mundial, sino también a un hombre que con su talento nos envolvía en historias con una atmósfera de realismo mágico donde más allá de profundizar en los personajes, incluía elementos sobrenaturales que se fusionaban en un mundo de fantasía y realidad dando como resultado una narrativa verdadera, pero rodeada de misticismo.

Inspirado por otros grandes autores como William Faulkner, Virginia Woolf, Ernest Hemingway y Franz Kafka, el escritor colombiano lanzó diversas historias al mundo, que con el paso del tiempo construyeron su legado que sigue indeleble al paso del tiempo. Cien años de soledad, Crónica de una muerte anunciada, Del amor y otros demonios, Memorias de mis putas tristes, entre otros escritos, son textos fundamentales en la idiosincrasia latinoamericana, pero que han trascendido fronteras dado su impacto.

Aunque el legado literario de Gabo es vasto, tenía otras pasiones como la lucha por el respeto a los derechos humanos, la justicia social y el cine. Pero el periodismo siempre tuvo un papel fundamental en su vida al grado de manifestarlo como “el mejor oficio del mundo” y también de incluirlo, aunque no fuera de forma notoria, en sus relatos. “Mis libros son libros de periodista… tienen investigación de datos, rigor histórico y fidelidad a los hechos. Son grandes reportajes novelados”, dijo en una entrevista en 1991, donde dejaba ver su preferencia del “Gabo periodista” al “Gabo escritor”.

Ha pasado una década desde que Gabriel García Márquez partió de este mundo, pero para la ensayista, poeta y traductora Brenda Ríos, el escritor Vicente Alfonso y el coordinador ejecutivo de la Casa de Estudio Cien años de soledad, Geney Beltrán, el colombiano sigue estando vigente en el mundo literario, pero sobre todo en el gusto del público, por su facilidad para encantar, asombrar y maravillar por medio de sus historias.

“Él desplegó el encanto de la imaginación literaria, especialmente en su obra maestra, ‘Cien años de soledad’. Se destacaba por su capacidad de asombrar y crear una narrativa maravillosa y fabulosa que escapaba de la lógica racional. Dominaba la prosa de manera extraordinaria y era un virtuoso de las palabras, con un talento verbal deslumbrante. Pero más allá de eso, su actitud de concienciar políticamente a través de la narrativa novelística ha capturado a los lectores y mostraba una gran habilidad para comprender las pasiones humanas. Por ello, no es difícil entender por qué sigue siendo relevante.”, explicó Beltrán.

Alfonso agregó que otro factor que ha ayudado a que García Márquez siga vigente es su papel como figura política importante del siglo XXI, ya que se involucró en grandes proyectos. Por ejemplo, intervino en los procesos de pacificación en Colombia, así como en la liberación de presos políticos en distintos puntos de América Latina, entre muchas otras situaciones. “Fue una figura interesante que, a través de su trabajo, nos hizo abrir los ojos a las distintas realidades que conviven en América Latina. Además, el verse a sí mismo como un representante de todos los latinoamericanos, independientemente de su nacionalidad, le permitió alcanzar una gran trascendencia y aceptación en otros países”.

Ríos coincidió con sus colegas, pero agregó que “su literatura es accesible y con un lenguaje que nos permite imaginar, pero también tener presente la realidad. Era un facilitador para vincular el mundo popular, pero también de ser duro y hablar de cuestiones de violencia, de desaparecidos, de atentados y cosas que nos afectarán, pero siempre con ese realismo mágico muy particular de él”. 

Al cuestionarles los motivos por los cuales la figura de García Márquez trasciende más como escritor que como periodista, Vicente Alfonso manifestó que esto se puede entender por un prejuicio donde el periodismo se ve como algo efímero, mientras que la literatura se asume como algo que queda grabado en la posteridad. A lo largo de su trayectoria, García Márquez trabajó mucho para revertir esa situación y muestra de ello es que sus trabajos periodísticos están a la par de su literatura y su labor de por revalorizar el periodismo continúa mediante la Fundación Gabo”.

La poeta mexicana expresó que esa situación tal vez se deba a que “el periodismo se diluye y la literatura es permanente, además de que el modo de conectar es distinto”. No obstante destacó que “él tenía la habilidad de comunicar hechos periodísticos de una manera llamativa y literaria, por lo que supo combinar ambas facetas”.

“No distinguiría mucho entre el aspecto periodístico y literario de Gabo. Algunas de sus obras tienen un carácter entre el realismo y lo mágico, pero él aplicaba rigurosamente los estándares de este oficio. Siempre se basó en la premisa de verificar la información y no distorsionarla, cuidando mucho su escritura y sabiendo cómo captar la atención del lector para mantener su interés. En su rol de escritor, se permitió explorar muchas posibilidades, y una de ellas fue incorporar elementos del periodismo en sus obras”, comentó el coordinador ejecutivo de la Casa de Estudio Cien años de soledad.

Al referirse sobre la reciente publicación, En agosto nos vemos, la cual Gabriel García Márquez no quería publicar, Alfonso manifestó que es un material muy valioso porque nos permite ver cómo trabajaba él y cumple una de sus máximas: un buen escritor se aprecia más por lo que rompe, que por lo que publica. “Esta novela lleva claramente su marca en varios aspectos, como el uso del tiempo en espiral, una de sus obsesiones. En ella, cada ciclo temporal siempre presenta alguna variación.”.

“Este es un ejemplo de García Márquez en su esencia más pura. Es importante mencionar que, de una manera u otra, la obra se iba a publicar, y si él no hubiese querido que sucediera, la habría destruido. Lo considero un García Márquez puro porque tenía dudas sobre lo que había escrito, y el hecho de que el material solo haya alcanzado una quinta edición indica que aún no había realizado todas las modificaciones que acostumbraba. Así, este libro nos ofrece la oportunidad de realizar un ejercicio fascinante: comparar una obra que dejó incompleta con otras que concluyó. Esto es un tesoro porque la obra no está finalizada, lo que nos permite profundizar en su análisis”, expresó Geney Beltrán.

Ríos señaló que la publicación de este libro le recordó a un situación similar que vivió Juan Rulfo después de fallecer, ya que su familia publicó un libro de cartas que él no había concluido. Asimismo, coincidió que este material es un buen ejercicio literario para aquellos que ya leyeron a García Márquez, puesto que pueden contrastar este trabajo con los demás. “Pero también será muy valioso ver qué opina alguien que por primera va a leer a Gabo y después se adentra más en su obra”, expresó. 

Los analistas coincidieron en que los hijos de Gabriel García Márquez tomaron la decisión correcta al publicar el material y que este texto es un tesoro para el mundo de la literatura.

Gabo para primerizos

Al ser uno de los escritores más talentosos en el continente americano, es necesario que alguna vez en nuestra vida leamos a Gabriel García Márquez. Los temas que abordaba en sus historias son variables y por tanto, las opciones para escoger son múltiples.

BR: Podrían empezar con “12 cuentos peregrinos”. Me parece un libro espectacular con cuentos sencillos y redondos. También estarían los clásicos como “Cien Años de Soledad· o “El Amor en los tiempos de cólera·, que en su momento me encanto. Lo importante también sería que el lector lea los autores que fueron influyentes para él para entender el porqué de su talento literario.

VA: La obra literaria de García Márquez es extensa, de modo que recomendar un solo libro es complicado. En periodismo, por ejemplo, tenemos ‘Noticia de un secuestro’, un detallado reportaje sobre lo ocurrido en Colombia durante los años 80 e inicios de los 90; para una crónica, ‘Crónica de una muerte anunciada’ es insuperable. Si alguien desea leer sobre el amor, puede optar por ‘El amor en los tiempos del cólera’ o ‘Del amor y otros demonios’. Su obra maestra, ‘Cien años de soledad’, siempre será indispensable. Además, para verlo en otra faceta, ‘Diatriba de amor contra un hombre sentado’ es una excelente opción y ha sido adaptada al teatro en numerosas ocasiones.

GB: En el género del cuento, recomendaría ‘Los funerales de Mamá Grande’, porque son relatos extraordinarios con una imaginación deslumbrante y representan una excelente introducción a su ficción. En cuanto a las crónicas, no se puede pasar por alto ‘Relato de un náufrago’, que demuestra su genialidad en el periodismo.