México, 21 Feb (Notimex).- Resulta totalmente falso que se haya pronosticado un terremoto para este jueves, toda vez que hasta el momento ni con la tecnología más avanzada se puede saber cuándo y a qué hora ocurrirá un movimiento telúrico, señaló Raúl Valenzuela Wong, investigador del departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM.
“Los sismos no se pueden predecir, nadie ha encontrado la forma de hacerlo a pesar de tantos avances en la tecnología”, sostuvo el especialista en entrevista con Notimex.
Valenzuela Wong indicó que más allá de preocuparnos sobre cuándo ocurrirá un temblor, se deben enfocar los esfuerzos en estar prevenidos en la medida de lo posible.
“Es algo que se dice muy fácil pero nos requiere una inversión de tiempo, dinero; idealmente lo que quisiéramos es garantizar la seguridad estructural de los edificios, de tal suerte que pudiéramos estar seguros de que al momento que va a venir un sismo estos edificios no se nos vayan a venir abajo”, indicó.
Insistió en que desde el punto de vista ingenieril y tecnológico es posible trabajar en la prevención, pero no así en el tema de la predicción.
De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN) los temblores son un fenómeno recurrente cuando se ha acumulado nuevamente suficiente energía en la frontera entre las placas, ésta tendrá que liberarse mediante la ocurrencia de un nuevo sismo.
Señala que los eventos sísmicos ocurren periódicamente en las mismas regiones geográficas, a medida que pasa el tiempo en una región donde no ha ocurrido un temblor fuerte, mayor es la probabilidad de que ahí ocurra uno.
El organismo del Instituto de Geofísica de la UNAM señala que Guerrero es un estado que registra alrededor del 25 por ciento de la sismicidad que tiene nuestro país y esto se debe a la entrada de la Placa de Cocos por debajo de la Placa Norteamericana.
El punto de encuentro entre estas dos placas ocurre frente a las costas del Pacífico, desde el Estado de Jalisco, hasta el de Chiapas.
A medida que pasa el tiempo en una región en donde no ha ocurrido un sismo, mayor es la probabilidad de que ahí ocurra uno; esta situación, apunta el SSN, se presenta entre Acapulco y Petatlán en la Costa Grande de Guerrero, esta región es conocida por los sismólogos como la Brecha de Guerrero.