En los últimos tiempos la humanidad ha soñado con viajar lejos de la Tierra, llegar a las estrellas y otros planetas, e incluso sembrar plantas en Marte, con la idea de algún día poder habitar ese sitio pero, ¿de verdad será posible?
Antonio Lazcano, profesor emérito de la Facultad de Ciencias, explicó que uno de los rasgos característicos de la Tierra es que cuenta con una atmósfera fuera del equilibrio químico.
“Si yo tratara de explicar nuestra atmósfera con principios químicos o físicos no podría, tendría que tomar en cuenta la presencia de seres vivos desde hace 4 mil millones de años, cuando apareció la vida y se modificó la composición del ambiente”.
Por ejemplo, añadió el profesor emérito, según las leyes de la física y química, contamos con más oxígeno del que deberíamos tener, menos dióxido de carbono, y mucho menos metano, debido a la actividad biológica.
El caso de Marte
En los años 60, el químico inglés James Lovelock propuso que en el caso marciano tenemos una atmósfera perfectamente en equilibrio de acuerdo a las leyes de la química, física y astronomía, y esto es un indicador de que no podría haber vida en Marte, recordó.
Esto llevo a Lovelock a afirmar que si queremos transformar las condiciones de Marte para que aparezca la vida, tendríamos que sembrar microorganismos para que en miles de millones de años se cambiara la atmósfera.
Pero, ¿esto en verdad es posible?, de acuerdo con Antonio Lazcano podría ser sólo una fantasía científica que borda en los límites de la ficción.
En primer lugar porque se trata de procesos que requerirían mucho tiempo, en segundo lugar, la vida y todas sus diversidades corresponden perfectamente de una manera impecable a las condiciones ambientales de la propia Tierra y uno simplemente no puede llevar organismos a otro lado.
Y en tercer lugar, existen oficinas de protección planetarias en todos los países con programas de exploración del espacio exterior, donde se han tomado cuidados extremos para no contaminar otros planetas o cuerpos del Sistema Solar.
Finalmente, creo que ya tuvimos experiencia en la Tierra, tenemos por ejemplo plantas y animales que han sido llevados de manera accidental o de forma consciente a otros sitios, y el resultado han sido perturbaciones del medio ambiente que son muy difíciles de echar para atrás.
Con eso en mente, concluyó el académico universitario, creo que no sólo científicos sino muchos organismos de protección al ambiente impulsados por la sociedad civil se opondrían a modificar Marte, “que también considero se trata de ficción”.