Las empresas refresqueras han hecho lobbying para evitar regulaciones e investigaciones a las bebidas azucaradas y los daños a la salud que provoca su consumo, señala Jorge Enrique Linares, director del Programa Universitario de Bioética de la UNAM.
El lobbying o cabildeo es una medida de presión que pretende influir en las decisiones en el poder legislativo a favor de unos intereses específicos.
Acota que “nuestro país ha sido muy poco efectivo. No sé si no ha podido o no ha querido nunca regular adecuadamente estos productos, y aunque se sabe que un impuesto alto sí incide en el consumo, las industrias no tienen de qué preocuparse”.