Regularmente una mujer que ha sufrido algún tipo de violencia tiene una ausencia de figura paterna, con su autoestima por los suelos y sin valor hacia su persona, expresa Francisca Robles, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
En este contexto es importante retomar sus testimonios, porque nos crean una conciencia de lo que ellas han sufrido (desde enfermedades, marginaciones hasta sometimiento), destaca la profesora universitaria.
Y aunque actualmente vivimos un retraso en cuestiones legales, porque aquellas que se atreven a hablar tienen que pasar por una serie de trámites odiosos que las re-victimizan, es fundamental escucharlas para crear una cultura de respeto.
Es necesario que empiecen a levantar la voz, el enemigo se acaba sólo cuando uno lo identifica y nombra, concluye Francisca Robles.