La Facultad de Arquitectura de la UNAM alberga a 180 alumnos de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores Monterrey, debido a las afectaciones que su campus sufrió durante el sismo del 19 de septiembre.
A casi un mes del siniestro, el Taller Arquitecto Luis Barragán se ha convertido en el salón de clases de Alan, Ricardo, Valery, Mariana y Katherine, cinco estudiantes que agradecen a la máxima casa de estudios la oportunidad que les ha brindado de poder continuar con sus estudios, al menos hasta que termine el presente semestre.
“El TEC es familia, pero la UNAM en nuestra segunda casa. Nos sentimos muy seguros”, comenta Mariana Sabanero, estudiante del noveno semestre de Arquitectura.
Los jóvenes universitarios coinciden en sentirse privilegiados al estar en Ciudad Universitaria, ya que cuenta con riquezas culturales y arquitectónicas importantes como la Biblioteca Central y algunos museos situados en la zona cultural.
“Y aunque nuestro proceso ha sido un tanto difícil, como alumnos de arquitectura nos sentimos muy felices de estar en esta facultad, donde han salido grandes arquitectos”, destaca Alan Fong.
No es su primera vez en este campus. A decir de cada uno de los estudiantes, las ocasiones que han pisado tierra puma han sido muchas. El concurso de Pabellones que, año con año se lleva a cabo en la Facultad de Arquitectura, es uno de ellas.
Además, el hecho de que ahora compartan campus con algunos de sus viejos conocidos y amigos hace que la estancia sea más placentera. “Algunos de nuestros mejores amigos estudian aquí”, expresan Katherine Torres y Ricardo Guzmán.
Aún es incierto el destino del campus Ciudad de México del Tecnológico de Monterrey, sin embargo, sus estudiantes ahora cuentan con un espacio que les ofrece seguridad, confiabilidad y amabilidad.
“Estamos muy agradecidos con la UNAM por habernos recibido y darnos una casa de estudios. Es un privilegio”, manifestó Valery Espinosa, estudiante de Diseño Industrial.