“¡Fue hoy, hace 20 años, cuando el Sargento Pimienta enseñó a la banda a tocar!”, es lo primero que gritan los altavoces al reproducir el octavo disco de los Beatles, el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, y esta frase se ajusta casi perfecto a lo que pasará este 1 de junio, sólo que con un mínimo ajuste: no serán 20, sino 50 los años que cumplirá este álbum, considerado por la revista Rolling Stone como el más importante de todos los tiempos y uno tan influyente que, con sus 13 canciones, un sinfín de bandas aprendieron a tocar.
Para el profesor Julio Muñoz Rubio, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM, siempre debemos ver con recelo listados tan tajantes, “aunque en esta ocasión debemos conceder que hablamos de una obra maestra del siglo XX que rompió con todo lo que se había hecho a la fecha”.
Lanzado el 1 de junio de 1967 en Inglaterra —y al día siguiente en Estados Unidos—, el Sargento Pimienta llega en el momento preciso, pues es producto de una época en la que la juventud tomaba por asalto las esferas de poder y la gente se cuestionaba todo, precisó.
“Vietnam estaba en guerra, la gente se congregaba en San Francisco para dar lugar al llamado Verano del Amor, en Cuba se consolidaba el socialismo, las cabelleras de los jóvenes se hacían cada vez más largas y las faldas de las mujeres más cortas y, en medio de esta revolución, aparecía este acetato con una versatilidad jamás vista”.
A decir de Muñoz Rubio, éste es uno de los aspectos más interesantes, pues lo que hacían los Beatles en ese entonces era producto del ánimo rupturista de la época y discos como el Sgt. Pepper’s eran, a su vez, creadores de ruptura. “Lo que había era una retroalimentación y una profunda interpenetración con el público”.
Sobre las reacciones causadas por la aparición del Sargento Pimienta, una de las más elocuentes es la de Roger Waters, exintegrante de Pink Floyd, quien relata que mientras manejaba en la radio de su auto comenzó a sonar el álbum completo y no tuvo más remedio que frenar, hacer alto total en el arcén y quedarse inmóvil y boquiabierto. Ese hecho, admite, transformó radicalmente su forma de componer y fue el germen del LP Dark Side of the Moon.
Es notoria la impronta que dejaron los Beatles y su afán de experimentar en grupos señeros como Pink Floyd, King Crimson o Moody Blues; “de hecho, las raíces de lo que sería el rock electrónico están en piezas como Un día en la vida”, aseguró Muñoz Rubio.
El espíritu de ruptura del Sgt. Pepper’s imprimiría su sello en mucha de la música que se haría después, al grado de que su huella aún se aprecia en muchas creaciones actuales, subrayó el académico, y ello se debe a la vocación del cuarteto de explorar nuevas sonoridades, de evitar fórmulas probadas o de lograr lo inusual, como hacer cantar a Ringo, eso sí, con una pequeña ayuda de sus amigos.
Tiempo de conmemorar
A fin de conmemorar este disco, el CEIICH albergará la mesa A 50 Años de la Aparición del Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, a celebrarse el 1 de junio en el cuarto piso de la Torre II de Humanidades, de las 10:30 a las 14, y de las 16 a las 19 horas.
“Realizar este tipo de actividades en un espacio universitario es el homenaje mínimo que merece una obra tan importante para al siglo XX y que seguramente lo seguirá siendo en el XXI”, dijo Muñoz.
El encuentro contará con las voces de los periodistas Pablo Espinosa, Luis Hernández Navarro y Mariano Morales, y de los académicos Elvira Concheiro, Margarita Muñoz, Carlos Flores y Miguel Ordoñez, entre otros.
“Hablar del Sargento Pimienta no es sólo ahondar en la música, sino en un momento clave de la historia, el arte y la cultura y ello amerita un análisis profundo; por ello, aquellos que creen que organizar ejercicios de este tipo alrededor de un disco es un asunto trivial no saben lo que dicen ni tienen idea de la relevancia que tuvo esto”.
En un mundo tan convulsionado como el actual, Julio Muñoz indicó que es revelador voltear a ver lo que pasó, por ejemplo, en eventos como el Festival de Woodstock, que reunió por tres días a medio millón de jóvenes quienes, sin necesitar de un solo soldado o policía, mantuvieron la armonía y no protagonizaron un solo acto violento.
“Aunque no tocaron ahí, los Beatles alimentaron este ánimo de convivencia pacífica y eso es, fuera de toda duda, algo revolucionario. Por ello resulta oportuno mirar hacia atrás y analizar lo acontecido, no para anclarnos en el pasado, sino para traer ese espíritu al presente, porque si hicimos una revolución de tal magnitud en esas épocas, resulta imprescindible impulsarla de nuevo ahora”.
Un día en la vida
Julio Muñoz aún recuerda cuando escuchó por primera vez el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. “Tenía 12 años, acababa de entrar a la secundaria y el hecho de poner ese disco en el tornamesa cambió mi mundo y me abrió un nuevo horizonte de sensibilidad, justo cuando estaba a un paso de abandonar la niñez”.
Eran tiempos de cuestionarlo todo, “desde quiénes eran mejores, los Beatles o los Monkees —como hacían mis compañeros de colegio, aunque hoy esta pregunta mueve a la risa— hasta asuntos de otro nivel, como las relaciones de poder entre clases sociales, la sexualidad o los principios económicos, y eso que apenas estábamos en 1967 (fecha en que sucedían tantas cosas que no se entregó el Premio Nobel de la Paz). No imaginábamos lo que vendría con el 68”.
El ambiente entonces era un hervidero y es en este contexto donde irrumpe el Sargent Pepper’s, una propuesta artística cuyo impacto perdura a la fecha “y me atrevo a decir que perdurará, pues lo constato cada que escucho este álbum y lo hago con mayor intensidad y pasión que en mi pubertad”.
Por ello, agregó el académico, esta efeméride es una ocasión inmejorable para reflexionar sobre la importancia de esta obra clave del siglo XX cuyos alcances aún se perciben, ya que a medio siglo de distancia el mensaje del Sargento sigue igual de vigente y 50 años después, los corazones de su banda aún laten solitarios.