El yoga es una disciplina trascendental que abarca aspectos físicos, mentales y espirituales, con sus orígenes anclados en las antiguas culturas de lo que hoy conocemos como la India. La palabra “yoga” se deriva del sánscrito “yug”, que simboliza la “unión”, reflejando su propósito primordial: armonizar nuestros movimientos, emociones y respiración en un solo flujo coherente y equilibrado.
El yoga físico: estilos dinámicos y estáticos
Existen fundamentalmente dos tipos de yoga físico: el dinámico y el estático, cada uno con sus propios estilos distintivos que atienden a diferentes necesidades y capacidades individuales.
El yoga dinámico, que incluye estilos como el vinyasa, el ashtanga, el hatha y el dharma, se caracteriza por involucrar un movimiento constante y fluido. En estos estilos, se enfatiza el trabajo muscular, donde cada postura se enlaza con la siguiente a través de la respiración.
Por otro lado, el yoga estático, ejemplificado por estilos como el yin yoga, el yoga nidra y el restaurativo, se enfoca en mantener las posturas durante períodos prolongados. El énfasis aquí es la meditación, la respiración controlada y la quietud, ayudando a los practicantes a profundizar en su autoconciencia y a calmar la mente.
El yoga en la UNAM
En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la práctica del yoga no se orienta hacia el aspecto competitivo. En lugar de ello, su objetivo principal es fomentar la activación física y el bienestar psico-emocional. Con su enfoque inclusivo, se busca involucrar a diversos sectores de la comunidad universitaria, ofreciendo una oportunidad para que estudiantes, profesores y personal se beneficien de la rica experiencia que esta disciplina ancestral ofrece.
B.K.S Iyengar, uno de los maestros de yoga más reconocidos a nivel mundial, lo dijo mejor: “El yoga cultiva las formas de mantener una actitud equilibrada en la vida cotidiana y dota de capacidad en el desempeño de las acciones propias”. En esencia, el yoga es una poderosa herramienta para fomentar la resiliencia mental, fortalecer el cuerpo físico y cultivar la paz interior, proporcionando un medio para que cada individuo viva su vida con plenitud y propósito.
La práctica regular del yoga puede transformar su vida de maneras inesperadas. Ya sea que prefiera la intensidad del yoga dinámico o la quietud del yoga estático, la auténtica joya del yoga reside en su capacidad para unificar cuerpo, mente y espíritu en una danza armoniosa. Al fin y al cabo, el yoga es más que una práctica física; es un camino hacia el autodescubrimiento y la autorrealización.
Yoga
Yoga es una disciplina físico-mental-espiritual que nace en lo que hoy conocemos como la India. La palabra Yoga viene del sánscrito “yug” que significa unión y tiene como propósito unificar nuestros movimientos, emociones y respiración.
Existen dos tipos de yoga físico: el dinámico y el estático y en cada uno de ellos existen diferentes estilos. Por ejemplo, en el dinámico se pueden encontrar el vinyasa, el ashtanga, el hatha o el dharma; en los cuales se involucra el movimiento corporal, especialmente el muscular. De su lado, el yoga estático se caracteriza por mantener las posturas por largo tiempo con especial énfasis en la meditación, la respiración y la quietud; algunas variantes del yoga estático son el yin yoga, el yoga nidra y el restaurativo.
La disciplina del Yoga dentro de la UNAM, no tiene un fin competitivo, su objetivo es llevar a cabo activación física y bienestar psico-emocional, buscando involucrar a los diversos sectores de la Comunidad Universitaria.
“El yoga cultiva las formas de mantener una actitud equilibrada en la vida cotidiana y dota de capacidad en el desempeño de las acciones propias”. B.K.S Iyengar
Presidenta de asociación:
Ana Laura Valdez Espinosa
Contacto e informes:
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