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Efectos sobre especies y ecosistemas por contaminación lumínica

Los sistemas de iluminación a gran escala permitieron a la humanidad llevar luz a todos los rincones del planeta, un logro que extendió las horas de actividad de nuestra especie y aumentó gradualmente la cantidad de luminiscencia alrededor de la mayoría de los asentamientos humanos.

Este incremento se ha convertido en contaminación y su presencia no sólo afecta a las personas, así lo argumenta un estudio publicado recientemente en la revista Science liderado por investigadores de la Universidad de Gävle –ubicada en Suecia– y el Instituto de Ecología de los Países Bajos.

La investigación titulada Efectos de la Luz Antropogénica sobre las Especies y los ecosistemas (https://www.science.org/doi/10.1126/science.adg3173) detalla en su introducción que “la luz antropogénica es omnipresente en áreas donde los humanos están presentes y esto tiene consecuencias de largo alcance para la mayoría de las especies y sus ecosistemas”.

Y añade: “Muchas especies sufren efectos adversos y, a menudo, responden de una manera muy específica. Los efectos aparentemente controlables, como la atracción y la disuasión, se complican porque pueden depender del tipo de comportamiento y las ubicaciones específicas… Una solución simple para reducir y mitigar los efectos ecológicos de la luz antropogénica parece inalcanzable, porque las prácticas de iluminación frugal y el apagado de las luces pueden ser necesarias para eliminarlos”.

Uno de los principales problemas, subraya la publicación, es que el aumento del brillo ha erosionado la oscuridad natural hasta invadir áreas terrestres y marinas protegidas. Esto a su vez empeora los efectos del cambio climático debido al consumo de energía, planteando serios desafíos para otras especies y ecosistemas.

Aves: Los efectos más importantes sobre este grupo están relacionados con sus patrones de migración. “Muchas aves, incluidas las especies diurnas, migran de noche. Se sienten atraídas por la luz y desorientadas por ella, especialmente las fuentes de luz fuertes y los puntos brillantes en las áreas oscuras. Esta atracción por la luz no sólo puede hacer que colisionen con edificios, faros, plataformas petrolíferas y barcos, sino que también puede desviarlas de los lugares de escala adecuados”, afirma el estudio. Los cambios en sus rutas migratorias pueden causar una alta mortalidad y agotamiento. Además de que la exposición a la luz genera problemas relacionados con la reproducción estacional, las dinámicas de canto y alimentación de diferentes especies.

Mamíferos: En su mayoría las especies de murciélagos son nocturnas, lo que significa que sus ciclos y reacciones responden a la cantidad de luz, como sucede, por ejemplo, con el miedo a los depredadores o su alimentación. Asimismo, utilizan “elementos lineales del paisaje, como bordes de bosques, setos y arroyos para guiarlos en la búsqueda de alimento y los desplazamientos. La luz a lo largo de las rutas de transporte y alimentación puede actuar como una barrera, amplificando así sus efectos negativos al fragmentar las redes de hábitat”, puntualiza la investigación y agrega que esto tiene consecuencias negativas para su supervivencia.

Igualmente apunta que “muchas especies de mamíferos reducen su actividad en respuesta a la luz de la luna y muestran una respuesta comparable a la luz antropogénica, la cual puede cambiar el comportamiento espacial de los roedores e incluso en ausencia de depredación, reducir la longevidad y la reproducción. Como es el caso de muchas otras especies, la luz antropogénica puede tener efectos profundos en los ritmos diarios y estacionales de actividad, fisiología y reproducción de los mamíferos”.

Anfibios: En el caso de estos vertebrados, la luz antropogénica afecta su ciclo de reproducción, rendimiento visual y, en general, sus patrones de actividad. Por ejemplo, en los sapos, la exposición constante a luz antropogénica reduce niveles de actividad, disminuye el crecimiento juvenil y la duración metamórfica. Mientras que en las ranas acorta la temporada de canto y cambia el periodo de canto diario.

Invertebrados: “La atracción de los insectos por la luz es un fenómeno bien conocido”, alertan los investigadores, “su vuelo hacia la luz puede ser una respuesta desadaptativa a la orientación original hacia la luz de la luna y está relacionado con la composición del color”. Agregan que la luz azul atrae más insectos que las zonas amarilla y roja del espectro. Esta gravitación a la luz puede causar mortalidad y agotamiento, por lo que tiene un papel importante en la disminución global de insectos. Otros grupos de invertebrados, como las arañas o las babosas, aprovechan las fuentes de luz antropogénicas para aumentar su número de presas, afectando el equilibrio del ecosistema.

Reptiles: Aunque son uno de los grupos menos estudiados, los datos de la investigación apuntan que las crías de tortugas marinas son muy susceptibles a la desorientación causada por la luz cuando cruzan la playa para llegar al mar –aumentando la tasa de mortalidad– y altera su orientación, necesaria en temporada de anidación. En ciertas zonas iluminadas del mundo, los nidos de tortugas han disminuido o ya no las usan para desovar.

Peces: Similar a otros grupos, las poblaciones de peces han experimentado cambios en sus tasas de supervivencia, desove, éxito de la eclosión y fisiología, asimismo altera la actividad afectando su gasto de energía. Las especies de peces pueden ser atraídas o repelidas por la luz, provocando el aglutinamiento de peces más pequeños alrededor de la iluminación, convirtiéndolos en presa fácil para los peces depredadores.

Plantas: La iluminación cerca de los árboles puede conducir a una mayor fotosíntesis y cambios morfológicos a través de la reubicación de la biomasa de las raíces a las hojas. En árboles caducifolios, la exposición a la luz antropogénica adelanta la aparición de yemas foliares y, junto con la temperatura, retrasa la coloración de las hojas. También se han demostrado variaciones específicas de especie en las respuestas a la luz antropogénica en hierbas y pastos.