Explora unam global tv
Explora unam global tv
explorar
Explora por categoría
regresar

Dietas saludables y amigables con el medio ambiente

La alimentación sana y amigable con el medio ambiente es una preocupación creciente a nivel mundial y México no se queda atrás. Con 97 millones de hectáreas dedicadas a la agricultura, el país se esfuerza por asegurar dietas saludables y sostenibles para su población.

Según la investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM, María José Ibarrola Rivas, este desafío no es exclusivo de México, sino que es un reto global. Es por eso que en 2019 se creó la Comisión Eat-Lancet, que reúne a expertos de 16 países con especialidades en salud, agricultura, ciencias políticas e impacto ambiental.

En este contexto, la experta en Geografía Física señala que lograr dietas saludables y sostenibles para todas las personas del mundo, con recursos limitados, es una tarea titánica. 

En el año en cuestión, se presentó la propuesta de una Dieta de Referencia Saludable o Healthy Reference Diet (HRD) para abordar el problema de la obesidad y la desnutrición persistente en naciones como México. Se recomienda su implementación en países con alta carga de estos problemas.

En 2021, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) presentó nuevas políticas nacionales para transformar el sistema alimentario en nuestro país. Estas políticas incluyen la adaptación del HRD al contexto mexicano y medidas de apoyo a los pequeños agricultores para reducir las importaciones de alimentos.

Políticas nacionales para un sistema alimentario sostenible

Motivada por los acontecimientos durante la emergencia sanitaria por la COVID-19, cuando algunas naciones cerraron sus fronteras, Ibarrola Rivas se preguntó qué pasaría si se suspendieran las importaciones y exportaciones de alimentos. A partir de ahí, revisó cuánta área agrícola sería necesaria para producir lo que se consume y si existe suficiente territorio para ello.

“Sabemos que la dieta actual no es saludable y tampoco queremos que siga siendo así, por eso utilizamos la referencia de Eat-Lancet, que es la recomendación actual para alimentar a la población con un bajo impacto ambiental y con dietas sostenibles”, precisó la experta.


En el trabajo publicado en la revista Sustainable Production and Consumption, Ibarrola Rivas calculó el área necesaria para mantener la dieta actual, la dieta sostenible propuesta por Eat-Lancet y la nueva referencia elaborada por el INSP.

El resultado fue comparado con el área agrícola disponible en el país, y se concluyó que para el patrón de consumo actual se requiere más área agrícola, asumiendo que los alimentos que actualmente se importan se producirían en México y se consumirían los que actualmente se exportan.

En contraste, la dieta saludable y sostenible requiere la mitad del área agrícola que se necesita para la dieta actual. Esto se debe principalmente al bajo consumo de productos animales en la dieta saludable en comparación con la dieta actual.

¿Cuánto terreno se necesita para alimentar a México?

“El país dedica 97 millones de hectáreas a la actividad agrícola, de las cuales una cuarta parte es área de cultivo y el resto son pastizales. La mayoría del área (los pastizales) se usa para producir alimentos derivados de vacas, cabras y borregos, que son los animales que se alimentan de estos. Si se piensa bien, todo eso se ocupa solo para producir carne y lácteos. Entonces, en la dieta sostenible se necesita menos de lo que hay actualmente, pero también se requiere producir de manera diferente”, precisó.

Como ejemplo, Ibarrola Rivas comentó que se podría aprovechar el terreno utilizado para cultivar caña de azúcar o alimento para el ganado para sembrar frijoles, ya que el área dedicada al cultivo de esta leguminosa actualmente es insuficiente para abastecer las necesidades de la población. De esta manera, se podría hacer un cambio en el uso del suelo y producir más.

Además, se utilizarían menos pastizales que los actuales, los cuales son los principales causantes de la deforestación en zonas tropicales, resaltó la investigadora.

Respecto a retomar las dietas tradicionales o ancestrales del mexicano, la universitaria dijo: “Son muy cercanas a las recomendaciones de Eat-Lancet o, mejor dicho, las dietas tradicionales mexicanas son un ejemplo de dieta sostenible, porque básicamente son nutricionalmente adecuadas y tienen un bajo consumo de productos animales”.

La dieta sostenible, agregó, se refiere a un bajo consumo de carne de res, principalmente, o de animales rumiantes (que pastan), lo cual en la actualidad es mayor de lo recomendado. La dieta mexicana de hace 300 o 400 años, incluso al principio del siglo, era más cercana a esa referencia.

Con la dieta actual se ha disminuido el consumo de leguminosas como habas y frijoles, cultivos que son una rica fuente de proteínas, a menos de la mitad de lo sugerido. Sin embargo, hay un alto consumo de alimentos procesados, alertó María José Ibarrola.

La especialista en seguridad alimentaria precisó que una dieta saludable y sostenible demanda de un 20 a un 50 por ciento menos de tierra agrícola, dependiendo del tipo de recomendación dietética, que la dieta promedio actual de la población mexicana.

Pero se necesita cambiar pastizales por tierras de cultivo y el tipo de producción; es decir, reducir las zonas de caña de azúcar y para el ganado, y aumentar las áreas de cultivo de legumbres y frutos secos, por ejemplo. Disminuir las pérdidas en la cadena de suministro y aumentar el rendimiento de los cultivos aminora considerablemente la demanda de tierras agrícolas, enfatizó Ibarrola Rivas.

Ideas destacadas
  1. México se esfuerza por asegurar dietas saludables y sostenibles para su población.
  2. Lograr dietas saludables y sostenibles para todas las personas del mundo con recursos limitados es una tarea titánica.
  3. La propuesta de una Dieta de Referencia Saludable o Healthy Reference Diet (HRD) se recomienda para abordar el problema de la obesidad y la desnutrición persistente en naciones como México.
  4. El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) presentó nuevas políticas nacionales para transformar el sistema alimentario en México, incluyendo la adaptación del HRD al contexto mexicano y medidas de apoyo a los pequeños agricultores para reducir las importaciones de alimentos.
  5. La experta en Geografía Física María José Ibarrola Rivas se preguntó qué pasaría si se suspendieran las importaciones y exportaciones de alimentos, revisó cuánta área agrícola sería necesaria para producir lo que se consume y si existe suficiente territorio para ello.
  6. La dieta actual no es saludable ni sostenible, y se utilizó la referencia de Eat-Lancet para recomendar una dieta para alimentar a la población con un bajo impacto ambiental y dietas sostenibles.
  7. La dieta saludable y sostenible requiere la mitad del área agrícola que se necesita para la dieta actual, principalmente debido al bajo consumo de productos animales en la dieta saludable en comparación con la dieta actual.
  8. Se podría aprovechar el terreno utilizado para cultivar caña de azúcar o alimento para el ganado para sembrar frijoles y producir más, haciendo un cambio en el uso del suelo.
  9. Las dietas tradicionales mexicanas son un ejemplo de dieta sostenible, ya que son nutricionalmente adecuadas y tienen un bajo consumo de productos animales.
  10. La dieta sostenible se refiere a un bajo consumo de carne de res, principalmente, o de animales rumiantes (que pastan), lo cual en la actualidad es mayor de lo recomendado.