Desde 2012, Curiosity, el robot explorador de la NASA que se encuentra en Marte, ha realizado experimentos muy valiosos. Hoy, la UNAM junto con otras instituciones que participan en el proyecto Experimento de Análisis Químico (SAM, por sus siglas en inglés) revelan datos sobre las condiciones del pasado y presente del planeta rojo.
En entrevista para UNAM Global, Rafael Navarro González, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares y único mexicano integrante del proyecto internacional, destacó que se ha detectado la presencia de metano en la atmósfera y compuestos orgánicos refractarios en rocas muy antiguas presentes en el cráter Gale.
Este material se preservó por más de 3,000 millones de años y es un hallazgo importante, pues nos da información del pasado de Marte. Dicho material pudo ser importante para el surgimiento de la vida, e incluso pudo ser alimento de los primeros organismos marcianos.
Con este escenario, se encuentran las condiciones para la posible existencia de vida heterótrofa (presencia de organismos que se alimentan de compuestos orgánicos) en el pasado de Marte. “Aunque no hay evidencia concreta”.
Por su parte, el metano es un gas muy importante, porque pudo ser emitido por actividad biológica, aunque también pudo ser por actividad química. En la Tierra, casi el 99 por ciento del metano es producido por bacterias, pero el resto se debe a fenómenos químicos. “Sospechamos que en Marte podría ser de origen biológico, pero no descartamos la posibilidad del origen químico”.
A lo largo de dos años marcianos (prácticamente 4 años terrestres), se ha monitoreado cómo oscilan los niveles de metano en su atmósfera y se descubrió que cambian según la temperatura del planeta.
Igualmente, se estudió la presencia de compuestos orgánicos en el suelo marciano, específicamente, en unas rocas sedimentarias producidas en el fondo de un lago que existió en el cráter Gale hace mas de 3 mil millones de años.
Así, se detectó la presencia de compuestos orgánicos refractarios que resisten temperaturas muy altas, los cuales indican que estuvieron presentes cuando se formaron estas rocas. “De ser así, estos compuestos orgánicos pudieron servir como alimento para los seres vivos marcianos”.
La presencia de estos compuestos azufrados indica que hubo una vulcanización de dicho material, lo cual los volvió resistentes a las condiciones geológicas a lo largo del tiempo y se preservaron.
“Podría ser que las condiciones de habitabilidad desaparecieron, y no sabemos si la vida en Marte se extinguió o tuvo que emigrar al subsuelo para seguir subsistiendo”, señaló Navarro González.
Es posible que tanto en la Tierra como en Marte existiera la vida de forma simultánea, pero sólo en nuestro hogar logró continuar debido a procesos geológicos que pudieron amortiguar el clima de nuestro planeta. No obstante, en el planeta rojo su atmósfera cambió de densa a tenue, como la que tiene actualmente.
De hecho, se ha planteado que la atmósfera de Marte era densa y rica en dióxido de carbono, y aunque el Sol era menos luminoso podía mantener las condiciones climáticas adecuadas, además, el agua era líquida debido a la presencia del dióxido de carbono.
El dióxido de carbono desapareció gradualmente escapándose al espacio exterior y formando rocas sedimentarias. La disminución de éste de la atmósfera, provocó que Marte se enfriara hasta que el agua se congeló.
No obstante, “se ha planteado que el planeta rojo tuvo condiciones de habitabilidad en el pasado pero no sabemos si la vida se extinguió o se adaptó a vivir en el subsuelo”, concluyó.