El debate es una oportunidad privilegiada para expresarse con mayor amplitud y dar a conocer las propuestas de los candidatos, tomando en cuenta que los debates son algo nuevo en nuestra historia política, señaló María Marván Laborde, doctora en sociología y coordinadora del área de Derecho Electoral y Procesos Democráticos del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Para la especialista en temas de política y desarrollo democrático en México, la democracia también es nueva en la historia política del país: “el primer debate que existió fue el de 1994, ya fundado el IFE, y después de la desastrosa elección de 1988 donde realmente hubo un cambio sustancial en México”.
Tuvo que quebrarse el sistema de partido hegemónico para que tomaran sentido los debates y de ahí para acá en todos los ejercicios de elecciones los hemos visto, en los cuales, se confrontan los candidatos. “Las elecciones son un periodo de confrontación, de contraste de propuestas, de trayectorias, de decirle a alguien: tú hiciste eso y lo hiciste mal, y deben ser capaces de confrontar con hechos, no con insultos y al mismo tiempo proponer”.
Comentó que como espectadores tendremos que juzgar y analizar a los candidatos, desde cómo se comportan, quién tiene capacidad de respuesta, quién no es hábil para contestar, quién es irascible y ver la posibilidad de propuestas concretas en temas específicos.
Asimismo, aclaró que lastima y da coraje el mal desempeño de los políticos, “hay un reclamo importante hacia los candidatos pero hoy en día México sí es un país que cree en la política”.
Hay que mirar el debate y reaccionar en redes sociales porque ahora puede hacerse, “hay que romper el acartonamiento al que estamos acostumbrados”.
Espera haya propuestas, cuestionamientos y no insultos y denostaciones personales porque eso no abona nada al debate. “En la medida que veamos el debate y reaccionemos vamos a poder exigir para que los dos posteriores debates sean mejores y puntuales. “participando en ellos vamos a tener una mejor democracia”.