Los aye-aye (Daubentonia madagascariensis) son pequeños primates estrepirrinos, endémicos de Madagascar, emparentado con los lémures. Su estrafalaria apariencia, sus grandes orejas de dibujos animados y sus incisivos dientes en continuo crecimiento y manos extrañas, particularmente por los dedos delgados y alargados que usan para ubicar y lanzar larvas dentro de los árboles, animales inusuales desde el principio.
Este primate hace que se le considere el principal responsable del origen de la palabra “lémur”, que quiere decir en latín “espíritu nocturno”. Es el único representante vivo de su género (Daubentonia), lo que deja bien clara su extrema rareza.
Ahora, se volvió aún más inusual, pues también posee un sexto “dedo” en cada mano.
El dígito extra, un pequeño “pseudopulgar” hecho de hueso y cartílago, que puede moverse en tres direcciones y lleva su propia huella digital distintiva, informan los investigadores en la American Journal of Physical Anthropology.
“Es más que una simple protuberancia. En realidad, tiene muchas funciones“, dice el coautor del estudio Adam Hartstone-Rose, anatomista comparativo de la Universidad Estatal de Carolina del Norte en Raleigh. El pseudopulgar, que es manipulado por tres músculos, puede ayudar a los aye-ayes a agarrar objetos o ramas.
“El aye-aye tiene la mano más loca de cualquier primate“, dice Adam Hartstone-Rose, profesor asociado de ciencias biológicas en la Universidad Estatal de Carolina del Norte y autor principal del artículo. “Sus dedos han evolucionado para ser extremadamente especializados, de hecho, tan especializados que no son de mucha ayuda cuando se trata de moverse a través de los árboles. Cuando los ves moverse, parece un extraño lémur caminando sobre arañas“.
Otras especies también tienen pseudopulgares, incluidos los pandas gigantes, que usan sus seis dígitos para agarrar los tallos de bambú. Los pandas pueden haber adquirido ese dígito adicional después de que el resto de sus dedos se volvieron menos especializados para que los osos pudieran caminar mejor. Sin embargo, ese no es el caso con aye-ayes, piensan los científicos.
El pseudopulgar puede compensar los dedos demasiado especializados de los aye-ayes, sugiere Hartstone-Rose y sus colegas.
Fuente: NC State
Fuente: A primate with a Panda’s thumb: The anatomy of the pseudothumb of Daubentonia madagascariensis. American Journal of Physical Anthropology.