En la mesa redonda titulada “Invasión militar en la embajada de México en Ecuador”, organizada por el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) y el Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la UNAM, varios académicos compartieron sus perspectivas.
El Dr. Oscar Ugarteche, Coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA) del IIEc, enfatizó la importancia de entender la incursión militar en un contexto más amplio: los eventos en curso en América Latina y sus implicaciones ideológicas, políticas y sociales.
Ugarteche afirmó: “Muchas reacciones [sobre el incidente] se limitan a denunciar y rechazar el hecho, pero consideramos esencial comprender este suceso en el contexto más amplio de los acontecimientos en América Latina, incluyendo sus implicaciones ideológicas, políticas y sociales.”
El Dr. Ugarteche abordó el concepto de “globalización fracturada”, explicando que las reglas tradicionales que gobernaban las relaciones internacionales post Segunda Guerra Mundial, como la inmunidad diplomática y el derecho de asilo, ya no se están cumpliendo. Ilustró esto con incidentes internacionales recientes, y enfatizó: “El mundo posguerra, que se regía por normas establecidas después de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo el derecho de asilo y la inmunidad diplomática introducidos en 1961, así como las reglas de convivencia y respeto entre las naciones dentro del hemisferio, ha llegado a su fin”.
Ugarteche criticó la falta de respuesta efectiva de las organizaciones internacionales y las naciones líderes al ataque de la Embajada mexicana, destacando la inconsistencia y la percepción de debilidad en el sistema de gobernanza global. Comentó: “En las últimas seis a ocho semanas hemos observado cómo el Consejo de Seguridad se ha vuelto irrelevante, (…), y cómo sus resoluciones no son cumplidas por los estados miembros de las Naciones Unidas.”
También señaló el cambio en la dinámica de poder en el escenario global, sugiriendo el declive de la hegemonía estadounidense y la emergencia de un nuevo orden liderado por países como China. Ugarteche notó: “Estamos al final de la Pax Americana y al comienzo de la Pax Sinica.”
Para concluir sus observaciones, el Dr. Ugarteche expresó su solidaridad con los ecuatorianos que viven en México y que habían huido de su país debido a la persecución política, reconociendo las luchas compartidas y las razones que a menudo conducen a buscar refugio en México.
Gabriela Rivadeneira, ex Presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador y actual Directora Ejecutiva en el Instituto para la Democracia Eloy Alfaro, destacó el contexto geopolítico y geoeconómico para entender la situación actual en Ecuador, enfatizando que no es un caso aislado sino parte de una respuesta sistemática hacia un cambio hacia la hegemonía norteamericana en Sudamérica.
Mencionó el impacto continuo de la Doctrina Monroe y el avance militar estadounidense en regiones con recursos naturales significativos.
Discutió el aumento del crimen organizado en Ecuador, vinculándolo directamente a los cambios en alianzas gubernamentales y políticas económicas bajo administraciones anteriores, incluyendo la presidencia de Lenín Moreno y los cambios de política durante la presidencia de Guillermo Lasso.
Rivadeneira detalló la emergencia de grandes carteles de drogas en Ecuador, contribuyendo a que el país se convierta en el más violento e inseguro del continente. La violencia y inseguridad continua llevaron a la elección de Daniel Noboa, bajo quien la situación no ha mejorado.
Rivadeneira criticó el enfoque de Noboa hacia la seguridad, el Plan Fénix, y su necesidad de organizar una consulta popular para legitimarse, en la que 80% de las preguntas son sobre temas de seguridad. Enfatizó la importancia de que las instituciones y organismos internacionales pongan atención a la irrupción de la Embajada Mexicana, como una violación significativa de las normas internacionales, por el peligro que implica para las sedes diplomáticas, el cuerpo diplomático y la protección de asilo político.
Oscar Ugarteche criticó la respuesta de la OEA ante el incidente, sugiriendo que esto podría llevar a la suspensión de la membresía de Ecuador. Mostró preocupación sobre la gestión de las violaciones de derechos por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, apuntando a las acciones incongruentes de Estados Unidos respecto al derecho internacional: “Como hemos observado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el problema es que Estados Unidos observa las violaciones y el genocidio, comercializa armas y las utiliza para negocios, mostrando que el derecho internacional realmente no es una prioridad.
Ariela Ruiz Caro, economista y consultora Internacional lamentó la desaparición de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), resaltando su valor como un mecanismo de cooperación regional y criticó la influencia externa en la política ecuatoriana. Subrayó la necesidad de una mayor deliberación democrática en las elecciones del país: “Considero que la disolución de Unasur fue un duro golpe para los principios de cooperación regional que estábamos desarrollando con éxito, pero que finalmente resultaron ser temporales.”
Se discutió la necesidad de una disculpa formal por parte de Ecuador para evitar sanciones más severas, y cómo las decisiones políticas y económicas pueden influir en la imagen internacional del país: ”primero, es evidente la necesidad de al menos una disculpa mínima. Hasta ahora, Noboa ha demostrado una gran soberbia y vanidad, típica de alguien que nunca esperó gobernar un país.”
Ricardo Patiño Aroca, exministro de Relaciones Exteriores de Ecuador discutió el alineamiento de Ecuador con los Estados Unidos, mencionando acuerdos que permiten una presencia militar estadounidense extendida y sin restricciones en Ecuador: “Esencialmente, esto otorga permiso para que el Ministerio de Defensa, la Secretaría de Defensa de EE.UU. y el Comando Sur desplieguen sus trpas y contratistas, que sabemos suelen estar vinculados a la CIA, junto con sus empleados, en cualquier lugar de Ecuador por el tiempo que consideren necesario, gozando de completa inmunidad.”
Patiño abogó por una política de soberanía que respete la autonomía real y las relaciones equitativas entre naciones, sin alineaciones que comprometan la independencia: “Soberanía no implica autarquía ni entrar en conflictos con otros países. Significa establecer relaciones con todos basadas en el respeto a la verdadera autonomía y soberanía en la toma de decisiones, evitando alineamientos irracionales”.
La discusión resaltó la importancia de la integración latinoamericana a través de organismos como Unasur y Celac, destacando cómo han ayudado a mediar conflictos y fomentar la cooperación regional: “Gracias a la intervención de Unasur y Celac, lideradas por los gobiernos de Ecuador y Uruguay, se logró disuadir las acciones que ambos países estaban llevando a cabo en sus fronteras, las cuales casi desencadenaron una guerra entre Colombia y Venezuela.”
Esta mesa redonda permitió discutir las complejidades de la geopolítica y geo-economía actual. Las intervenciones de expertos destacaron un panorama global en transformación donde se erosionan normas establecidas como la inmunidad diplomática y el derecho de asilo. Esta erosión indica una debilidad en la gobernanza global y un cambio en la dinámica de poder, evidenciada por el declive de la hegemonía estadounidense y el ascenso de nuevas potencias.
La situación en Ecuador no es vista como un incidente aislado sino como un reflejo de desafíos sistémicos más amplios que exigen respuestas vigilantes y matizadas por parte de la comunidad internacional.
Este diálogo subrayó la urgencia de reforzar el compromiso con el derecho internacional y fortalecer la cooperación regional a través de organismos como Unasur y Celac, enfatizando la solidaridad con aquellos que buscan refugio ante la persecución política y la necesidad de mantener la soberanía y autonomía en las decisiones nacionales.