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Gracias a Trump, México tiene la oportunidad de acercarse más a países del Este de Asia

Tras el cambio de gobierno en los Estados Unidos y las políticas proteccionistas del presidente Donald Trump, para México se abre la oportunidad de diversificar sus relaciones internacionales con otros países y en particular con los del Este de Asia, principalmente con China, Japón y Corea del Sur, coincidieron investigadores de la UNAM y de instituciones chinas.

El diálogo académico, organizado por la Sede de la UNAM en China, fue moderado por Carlos Uscanga, Profesor Titular Nivel “C” de Tiempo Completo del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, a propósito de su proyecto de investigación que busca evaluar las relaciones de México con los países mencionados en el marco del Tratado de la Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés).

“Sabemos que el TPP ya no entrará en operación debido a la decisión del Presidente de Estados Unidos de retirarse, pero nosotros reencauzamos el objetivo de la investigación para entender cuáles serían las opciones que México tendría con tres socios estratégicos comerciales en el Este de Asia”, indicó en Beijing, la capital de China, el doctor Uscanga, quien previamente realizó visitas académicas en Japón y Corea del Sur.

El investigador, doctor en Cooperación Internacional por la Universidad de Nagoya, refirió que México ya tiene un Tratado de Libre Comercio con Japón, mientras que con Corea se han iniciado negociaciones. Sin embargo con China, pese a que ya tiene una Asociación Estratégica Integral, no se cuenta con ningún acuerdo comercial de este tipo.

El académico de la UNAM indicó que si bien existen diferencias políticas y económicas entre los tres países, México debe entender a la región del Este de Asia de manera unificada e integral, en tanto que China, Japón y Corea del Sur comparten aspectos culturales e históricos.

Respecto a la nueva política de Estados Unidos, el doctor Uscanga comentó que uno de los puntos en los que coinciden los académicos asiáticos, es que deben estudiarse a fondo los procesos de la política interna estadounidense y esperar que se lleven a cabo las acciones de gobierno, más allá de atender la propaganda política del Presidente Trump.

Así también lo percibió el doctor Guo Cunhai, académico del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia China de Ciencias Sociales y director de la Comunidad de Estudios Chinos y Latinoamericanos (CECLA).

Refirió que dentro del círculo académico chino se pensaba que ganaría Hillary Clinton y que su triunfo dificultaría las relaciones entre China y América Latina, pero es justamente el triunfo electoral de Trump y su política “proteccionista” lo que ha abierto la oportunidad para un mayor acercamiento entre ambas regiones y particularmente entre México y China, no obstante, aún queda por verse hasta qué nivel estratégico y con que alcance podría profundizarse esta relación.

Es necesario esperar y conocer el curso de la política estadounidense, aunque se percibe que el gobierno mexicano busca desarrollar una política multilateral para hacer contrapeso al proteccionismo, observó el Dr. Guo.

En tanto, el Decano de la Facultad Filología Hispánica,  Liu Jian, habló de las relaciones entre América Latina y China. Indicó que si bien en los últimos 10 años se han logrado buenas relaciones económicas entre ambas regiones, particularmente con los países de Sudamérica, se preguntó hasta qué punto éstas son sostenibles.

Abundó que se habla de relaciones de complementariedad entre China y América Latina, pero lo cierto es que los intercambios comerciales se concentran en la exportación de materias primas por parte de los latinoamericanos, mientras que China exporta productos con valor agregado.

Algunos analistas consideran que América Latina no puede seguir bajo este modelo de comercio y estas voces son una alerta para que la relaciones sino-latinoamericanas se diversifiquen y encuentren un mayor equilibrio, indicó.

El Decano también mencionó que China ha intentado invertir en Latinoamérica, pero los intentos no siempre han sido con buenos resultados, particularmente en México.

Liu Jian consideró que debe construirse una mayor confianza y afrontar las barreras culturales, ya que al no compartir los mismos valores, tanto políticos e ideológicos, “debemos hacer más para entendernos, porque en general no nos conocemos, a nivel de la gente común”.

“Debemos reconocer que tenemos dos culturas diferentes, una oriental y otra occidental, y esto es más claro cuando hablamos de la relación de China con América Latina, incluso más de lo que observamos en las relaciones que la región tiene con Japón y Corea del Sur”.

Liu Jian opinó que pese a lo complicado de las relaciones entre México y Estados Unidos, estos países siguen teniendo más en común en términos de valores, que los que México comparte con China. México es latinoamericano y norteamericano y la religión y los criterios éticos y morales occidentales juegan un papel importante, precisó.

Señaló que el peso de los hispanos e incluso de los chinos en EUA aún no se siente en términos de su influencia política, de otro modo no habría ganado Trump.

En su intervención, el doctor Guillermo Pulido, director de la Sede UNAM-China, coincidió en que la relación entre México y Estados Unidos es muy estrecha, pero no está exenta de diferencias.

En términos de los valores éticos morales, si bien ambos países norteamericanos son parecidos, tienen diferencias en su idiosincrasia, ya que están determinados por el curso de su historia. No olvidemos que México es un país de cultura milenaria, refirió el académico de la UNAM.

Ademas, la sociedad estadounidense está moldeada por el protestantismo, mientras que los mexicanos tenemos la influencia del catolicismo, lo que cambia la percepción en la construcción de los modelos sociales, acotó.

“En la relación que tenemos con los Estados Unidos se impondrá el factor demográfico, ya que los hispanos, al ser la minoría más grande, seguirán creciendo y es algo que los países asiáticos deben poner atención”, observó el doctor Pulido.

El hecho de que el músculo de la demografía latina no se traduzca en una mayor influencia política electoral en Estados Unidos, se debe a que la gente de origen hispano, que son residentes legales, se resisten a obtener la ciudadanía estadounidense por diversas razones, aclaró el académico de la UNAM.

“Estados Unidos tiene mucho que perder si se implementan las amenazas del presidente Trump, ya que a nivel sectorial, la economía y el comercio entre México y su vecino del Norte están profundamente entrelazados, por lo que las corporaciones estadounidenses se verán considerablemente afectadas”, apuntó Pulido.

En la parte final de los comentarios, Carlos Uscanga dijo que aún está por conocerse el derrotero que seguirán las políticas de Donald Trump, no obstante México —así como otros países— se han visto en la necesidad de reaccionar ante las decisiones del actual gobierno norteamericano que, bajo el argumento de seguridad nacional, está atentando contra el libre flujo de las personas y la integridad de los trabajadores migrantes.

Los cuatro académicos coincidieron en que el momento actual es una oportunidad para que México diversifique sus relaciones y explore un mayor acercamiento con los países asiáticos, primordialmente con China, ya que con Japón y Corea del Sur se han logrado mayores avances.

Refirieron que debe darse un mayor conocimiento mutuo para generar más confianza entre las regiones y que los intercambios —además de concentrarse en el terreno comercial y económico— encuentren un dialogo constructivo en los temas políticos, culturales y sociales, así como para el desarrollo de sectores orientados a la investigación científica y la innovación tecnológica.