La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la acumulación anormal y la diseminación de la proteína tau en el cerebro. Un estudio internacional ahora puede mostrar cómo la tau se propaga de acuerdo con cuatro patrones distintos que conducen a diferentes síntomas con diferentes pronósticos de los individuos afectados.
El estudio fue publicado en la revista Nature Medicine.
“En contraste con cómo hemos interpretado hasta ahora la propagación de tau en el cerebro, estos hallazgos indican que la patología de tau en el cerebro varía de acuerdo con al menos cuatro patrones distintos. Esto sugeriría que el Alzheimer es una enfermedad más heterogénea de lo que se pensaba. Ahora tenemos motivos para reevaluar el concepto de Alzheimer típico y, a largo plazo, también los métodos que usamos para evaluar la progresión de la enfermedad”, dijo Jacob Vogel autor principal del estudio.
La propagación de tau en la corteza cerebral es un marcador clave de la enfermedad de Alzheimer. En los últimos años, ha sido posible controlar la acumulación de dicha proteína tóxica en el cerebro de los pacientes con Alzheimer con la ayuda de la tecnología PET (Tomografía por Emisión de Positrones), una técnica avanzada de imágenes médicas.
Durante los últimos treinta años, muchos investigadores han descrito el desarrollo de tau en la patología de Alzheimer utilizando un solo modelo, a pesar de los casos recurrentes que no se ajustan a ese modelo. Sin embargo, los hallazgos actuales explican por qué diferentes pacientes pueden desarrollar diferentes síntomas.
“Debido a que diferentes regiones del cerebro se ven afectadas de manera diferente en los cuatro subtipos de Alzheimer, los pacientes desarrollan diferentes síntomas y también pronósticos. Este conocimiento es importante para los médicos que evalúan a los pacientes con Alzheimer y también nos hace preguntarnos si los cuatro subtipos podrían responder de manera diferente a diferentes tratamientos. En este momento, la investigación sobre varios medicamentos que reducen la cantidad de tau en el cerebro es muy activa y será emocionante ver si su eficacia varía según el subtipo de Alzheimer”, dice Oskar Hansson, profesor de neurología en la Universidad de Lund, quien supervisó el estudio.
Los investigadores han examinado la población más grande y diversa del mundo hasta la fecha con tau-PET, que abarca todo el cuadro clínico de la enfermedad de Alzheimer. El estudio incluyó a participantes que aún no habían desarrollado ningún síntoma, el llamado Alzheimer presintomático, participantes con dificultades leves de memoria y aquellos con demencia de Alzheimer completamente desarrollada.
En una primera muestra, se recopilaron datos a largo plazo de 1,612 personas en cinco estudios multicéntricos independientes. Entre estos, los investigadores identificaron un total de 1,143 individuos que eran cognitivamente normales o individuos que habían desarrollado la enfermedad de Alzheimer en varias etapas.
Se aplicó un algoritmo a los datos de las imágenes PET de tau de los 1,143 individuos, el llamado algoritmo SuStaIn (Subtype and Staging Inference). El material fue procesado en un equipo automatizado, con el fin de poder distinguir subtipos y patrones de la manera más imparcial posible.
Como era de esperar, muchos individuos no mostraron ninguna señal de tau-PET anormal y, por lo tanto, se asignaron automáticamente a un grupo tau negativo. Luego de la validación cruzada de las imágenes de tau-PET con una sexta cohorte independiente, y el seguimiento de los individuos durante aproximadamente dos años, los investigadores pudieron desarrollar cuatro patrones que representaban mejor los datos de los individuos restantes. Aunque el número de subgrupos varió en relación con los individuos, todos estuvieron representados en todas las cohortes.
“Identificamos cuatro patrones claros de patología tau que se hicieron distintos con el tiempo. La prevalencia de los subgrupos varió entre el 18 y 30%, lo que significa que todas estas variantes del Alzheimer son en realidad bastante comunes y ninguna domina como se pensaba anteriormente”, dice Oskar Hansson.
“Las amplias y variadas bases de datos de tau-PET que existen en la actualidad, junto con los métodos recientemente desarrollados para el aprendizaje automático que se pueden aplicar a grandes cantidades de datos, nos permitieron descubrir y caracterizar estos cuatro subtipos de Alzheimer. Sin embargo, necesitamos un estudio de seguimiento más largo, de cinco a diez años para poder confirmar los cuatro patrones con una precisión aún mayor”, concluyó Oskar Hansson.
Los investigadores creen que este nuevo conocimiento puede brindar a los pacientes métodos de tratamiento más individualizados en el futuro.
Fuente: Universidad de Lund