Londres – Las células madre del cerebro podrían ser la clave para extender la vida y retardar el envejecimiento, pues éstas se encuentran en el hipotálamo que produce hormonas y otras moléculas que pueden revitalizar la disminución de la función cerebral y la fuerza muscular.
Una investigación estadunidense publicada este miércoles en la revista científica Nature sugiere que la inyección de células madre de ratones recién nacidos en el cerebro de ratones de mediana edad propició la ralentización de su proceso de envejecimiento.
Estudios anteriores han sugerido que el hipotálamo está involucrado en el envejecimiento, sin embargo esta reciente investigación corroboró efectivamente la relación, pero más bien las células de esta región cerebral contribuirían a hacer más lento el proceso.
El hipotálamo está involucrado en muchas funciones corporales, incluyendo la inflamación y el apetito, pero sus células madre van desapareciendo a medida que los ratones crecen, explica Dongsheng Cai, neuroendocrinólogo en el Colegio Albert Einstein de Medicina en Nueva York.
Cai y su equipo de investigadores primero inyectaron a los ratones virus que destruyeron las células madre hipotálamicas y observaron que parecían envejecer más rápido, experimentando disminuciones de la memoria, de la fuerza muscular, de la resistencia y la coordinación, además murieron prematuramente.
A continuación, los científicos extrajeron células madre del hipotálamo de ratones recién nacidos y las inyectaron al cerebro de otros roedores de mediana edad. Después de cuatro meses, estos tenían una mejor función cognitiva y muscular que los no tratados y vivieron aproximadamente un 10 por ciento más.
Los científicos descubrieron que estas células madre liberan moléculas llamadas microRNAs, que ayudan a regular la expresión génica en el líquido cefalorraquídeo. Cuando el equipo las inyectó en el cerebro de los ratones encontraron que disminuyeron el deterioro cognitivo y la degeneración muscular.
Este hallazgo resulta muy interesante ya que podría conducir a desarrollar varias formas de terapias antienvejecimiento en las personas, pues las células madre podrían mejorar la capacidad del hipotálamo para actuar como un regulador maestro.
Cai dice que su equipo está tratando de identificar cuáles de los miles de tipos de microRNA producidos están involucrados en el envejecimiento, y espera investigar si existen mecanismos similares en primates no humanos.