En la antigüedad, las mujeres que rompían con los esquemas establecidos y desafiaban los roles tradicionales eran temidas por los hombres, quienes despectivamente las llamaban brujas. Esta percepción dio origen a las cacerías de brujas. Hoy en día, las mujeres que mantienen este espíritu rebelde también son a menudo etiquetadas como brujas, comentó José Ángel Garfias Frías, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
No se trataba necesariamente de que poseyeran poderes sobrenaturales (un detalle añadido posteriormente al folclore), sino de su tendencia a desafiar el orden establecido, aportar novedades al hogar, y demostrar creatividad o inteligencia.
Las leyendas cuentan que las antiguas brujas practicaban encantamientos con hierbas y podían comunicarse con los espíritus de los bosques, quienes supuestamente les brindaban su ayuda.
La Bruja Escarlata
Dentro de este contexto folclórico y místico, surge la historia de las brujas de Salem, a quienes se les atribuían poderes mágicos. Es en este marco en el que nace la Bruja Escarlata, o Red Witch, un personaje del Universo Marvel, a veces villana, a veces heroína, explica Garfias Frías.
Al principio, como buena bruja, se presenta como malvada, pero con el tiempo se convierte en una fuerza del bien. Ella puede alterar la realidad a su voluntad, lo que plantea a los fans el dilema de si es buena o mala.
Además, interactúa con el mundo cuántico y tiene acceso al multiverso y sus innumerables posibilidades, añadió el académico.
La Bruja Escarlata, cuyo nombre real es Wanda, fue creada en los años 60 por Stan Lee en el contexto de los Hombres X y la era de la bomba atómica. El autor imaginó una sociedad que, bajo los efectos de la radiación, mutaba y adquiría poderes extraordinarios.
Su padre es el villano Magneto, quien puede controlar los metales, y su hermano es Quicksilver, dotado de una velocidad asombrosa. Desafiando las normas convencionales, Wanda se enamora de “Vision”, un ser tecno-orgánico con inteligencia artificial, con quien mantiene una relación peculiar.
Las “brujas” de hoy
Wanda manipula las posibilidades del multiverso y, al modo de una bruja, crea un mundo a su favor para cumplir su sueño, teniendo dos hijos con “Vision”. En el proceso, atrapa a todo un pueblo en su realidad alterada, sin hacerles daño físico, pero luego es juzgada severamente. Este patrón de juicio desigual hacia las mujeres es reflejo de una realidad social más amplia.
Por ejemplo, cuando el villano Thanos extermina a la mitad de la población del universo bajo el pretexto de preservar los recursos naturales, muchos fans lo ven como un héroe. Sin embargo, cuando la Bruja Escarlata crea un mundo para formar una familia, sin dañar a nadie, es duramente criticada y juzgada. En la vida real, las figuras públicas y las mujeres en el mundo artístico son a menudo objeto de críticas similares.
Un caso reciente es el de la cantante Shakira, quien tras su divorcio compuso una canción compartiendo sus experiencias. Desde ese momento, algunos hombres la calificaron de bruja y algunas mujeres la llamaron resentida. “Por supuesto, usó su creatividad y rompió con los esquemas, por eso fue tan criticada”, concluyó el académico universitario.