En entrevista para Prisma RU, la doctora Regina Crespo investigadora del CIALC, explica cómo se está haciendo frete a la epidemia de COVID, cuando en ese país se han acumulado más muertos que en China.
Estamos al borde del caos, es una tristeza lo que se está viviendo en Brasil, que es la principal economía de la región. El presidente Bolsonaro cuenta con el 30% de la población que todavía lo apoya, no obstante lo mal que se ha actuado, pues hay un negacionismo acerca de la pandemia, hay un conflicto entre el gobierno federal y los gobiernos estatales y una lucha para que a gente regrese a trabajar, en contra de las recomendaciones de las autoridades de salud. Todo eso es casi una invitación al caos en el país.
Bolsonaro boicotea todas las iniciativas de los gobernadores de los estados que tratan de que se cumplan o que dicta la OMS. La situación es tan caótica. Ya hay un estado de excepción, aunque no oficial, pero de facto ya se estableció, pues, por ejemplo, se puede enterrar a las personas sin saber quiénes son (lo que se hizo durante la dictadura militar), se están eliminando derechos de los trabajadores, se están vendiendo las estatales y se están disminuyendo las reservas hechas durante los gobiernos progresistas. El país está en una especie de limbo. El panorama es trágico.