Reflexiva, después de hacer el amor con el capitán Willard (Martin Sheen), la terrateniente francesa Roxanne (Aurore Clément) comenta: “Eres dos personas a la vez, ¿qué no lo ves? Una que ama y otra que mata”. La idea resume la imprecisión moral que en Vietnam enredó a los soldados franceses colonialistas y después a los soldados estadounidenses, maraña con una sola y abrumadora verdad: la de haber sido los creadores de su infierno. Tal es el tema de Apocalypse Now,1 filme que Francis Ford Coppola estrenó en 1979, con la guerra de Vietnam aún presente en la memoria colectiva.2
Basada en El corazón de las tinieblas, novela de Joseph Conrad, Apocalypse Now conserva la misma anécdota central, es decir, el viaje del marinero Marlowe por el Congo profundo con la misión de capturar al traficante de marfil Kurtz, que ha enloquecido y creado su propio mundo. En el filme, Willard navega por el río Nung para encontrar y asesinar al coronel Kurtz (Marlon Brando), quien ya cuenta con un ejército y comanda una guerra alterna a la de las fuerzas estadounidenses de ocupación.
Para Apocalypse Now, Coppola retomó la adaptación que hizo John Milius (basada en un proyecto inconcluso de Orson Welles), a la que incorporó el intimismo del texto de Conrad. Así, la novela y el filme están narrados en primera persona: el relato de Marlowe en la primera, la voz en off de Willard en el segundo; en ambas vemos las historias desde su perspectiva, lo que acentúa la tragedia colectiva. La civilización de África emprendida por Europa y la democratización de Vietnam impulsada por Estados Unidos, falsas epopeyas, devienen en etopeyas que emergen imprevistas y violentas de las tinieblas de los ríos.
En su viaje por el Nung, Willard se reúne con el teniente coronel Kilgore (Robert Duvall), quien lo escolta por una zona ocupada por el Viet Cong. Miembro del regimiento primero de caballería, Kilgore es resabio de otras tinieblas, las del exterminio de las naciones indias, a la vez que destello de nuevas, las de Vietnam. Afecto a la idea de la “excepcionalidad americana” es el jefe dadivoso que ordena un ataque aéreo con napalm para surfear con sus soldados en el río.
Filmada en Filipinas, el rodaje de Apocalypse Now duró de 1975 a 1977, de lo que resultó un metraje de cinco horas3 que Coppola editó con Walter Murch, Gerald Greenberg y Lisa Fruchtman. Se obtuvo un montaje de 153 minutos al que el director agregó la narración en off de Willard, escrita por Michael Herr, veterano de Vietnam. Años después, Coppola agregó 49 minutos, con lo que constituyó la edición extendida, Apocalypse Now Redux, que presentó en 2001 en el Festival de Cannes. En ella se aprecia mejor cómo el medio ambiente y los personajes transitan de la luz a la sombra a nivel físico y moral: en lo físico, porque el microcosmos fluvial se torna sombrío; en lo moral, porque los hombres abandonan sus referentes éticos, mientras la naturaleza pierde su imparcialidad. Entre más se adentran en las tinieblas, más se dedican soldados y selva al ejercicio del mal como forma de sobrevivencia. El mal se convierte en práctica existencial, lo que explica la aparición de los franceses habitantes de las tinieblas, empeñados en preservar un pasado sostenido sólo por el rencor y la crueldad.